Lo cuenta el propio san Ignacio de Loyola en su memorias. A su paso por Igualada, hace 500 primaveras, camino de Montserrat, se despojó de su armadura y de su espada y cambió su traje de distinguido por un costumbre de saco, símbolo del peregrino, que, yuxtapuesto a unas alpargatas, compró en la caudal de la Anoia, que en aquella época ya era una ciudad tejedora. Para conmemorar el botellín centenario de ese peregrinaje, Igualada ha recreado aquel vestido, con sus correspondientes alpargatas. Una esparcimiento que hoy se presenta por todo lo suspensión.
Detrás de la esparcimiento hay un minucioso trabajo historiográfico iniciado a partir de la información recogida en la memorias del santo. El encargo lo realizó en su día el Concejo de Igualada al Museo Textil de Terrassa. pensando en la episodio de los 500 primaveras del paso de San Ignacio por la ciudad. Con la colaboración del Arxiu Comarcal de l’Anoia, el Museu de la Pell d’Igualada y el área de Civilización, se elaboró un estudio de materiales, tejidos y patronaje de la época. Esto ha permitido hacer una reproducción fiel, con criterio histórico, de la ropa y complementos que llevaba el santo.
La réplica se presenta hoy en Cal Maco, edificio modernista emplazado en el centro de Igualada que en septiembre abrirá sus puertas como albergue y centro de interpretación ignaciano. Por otra parte de desvelar la esparcimiento del traje de Ignacio de Loyola, en el acto Igualada, 500 primaveras vistiendo viajeros , se hará visible el potencial que la ciudad tiene actualmente a la hora de crear ropa deportiva para realizar senderismo y deporte en militar. Diversos jóvenes deportistas igualadinos desfilarán luciendo piezas y complementos de las marcas de la comarca Munich, Flamante Buff, Punto Blanco, Tuga y Tex51.
El corregidor de Igualada, Marc Castells, pone en valencia este delirio al pasado para proyectarse al futuro: “El esquema nace de la voluntad de exhibir nuestro pasado y reflejar el gran futuro que tenemos en el ámbito del suministro deportivo del siglo XXI y especialmente en torno a los peregrinos que quieren recuperar la tradición de hacer el camino de san Ignacio y asimismo el de Santiago”. Entreambos caminos cruzan Igualada y a partir de ahora sus peregrinos tendrán donde alojarse gracias al albergue de Cal Maco.
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