Kristoffersen firma la remontada del Mundial y el griego Ginnis, el 'bombazo'

El noruego Henrik Kristoffersen, que avanzó 15 puestos entre mangas para ingresar el eslalon, firmó la gran remontada de los Mundiales de esquí escarpado de Courchevel y Méribel (Francia), que concluyeron este domingo con el 'noticia sensacional' que protagonizó Alexander AJ Ginnis, que, al capturar la plata, logró la primera medalla de toda la historia para Grecia en el deporte rey invernal.

Kristoffersen, de 28 primaveras, que hace cuatro primaveras se proclamó campeón del mundo de titán, había festejado 23 de sus 30 victorias en Copa del Mundo en eslalon -en el que ganó tres veces la Paparrucha de Cristal-, pero no contaba entre sus éxitos un gran título en su mejor disciplina; el que logró este domingo, al ingresar la última prueba de unos campeonatos que se cerraron en la pista L'Ausencia de Courchevel, en la que mejoró en dos décimas a Ginnis -que mantuvo el sorprendente puesto que había conseguido en la primera manga- y en 38 centésimas al italiano Alex Vinatzer, que capturó la medalla de bronce.

La vencimiento del noruego, que desde esta temporada compite con la nueva marca de esquís del que hasta hace poco fuese uno de sus casi imbatibles rivales, el austriaco Marcel Hirscher, plusmarquista inmutable de triunfos globales en la Copa del Mundo -ocho, seguidos-, supuso asimismo otra remontada: la de Noruega, que avanzó tres puestos y acabó segunda en el medallero de la cuadragésima séptima tiraje de los Mundiales de esquí escarpado, que encabezó Suiza.

El austriaco Manuel Feller, minimizando sus problemas de cadera, lideraba la prueba tras la primera manga, al cubrir las 61 puertas de la dura pista L'Ausencia de Courchevel -con salida a 1.485 metros y un desnivel de 205- con trece centésimas sobre el noruego Lucas Braathen, líder de la Copa del Mundo de la disciplina, y AJ Ginnis que, con idéntico tiempo, compartían la segunda plaza provisional.

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La emoción de Kristoffersen al cruzar la meta 




GUILLAUME HORCAJUELO / EFE

Braathen, que hace sólo tres semanas tuvo que ser operado de necesidad de una apendicitis en Zell am See (Austria) y que se saltó el titán con el fin de reservarse para este domingo, demostró estar a tope y se quedó con la segunda plaza provisional compartida con el esquiador de Atenas; que en Chamonix (Francia), en el final eslalon ayer de los Mundiales, se había convertido al matar segundo, en el primer heleno en subirse a un podio de la Copa del Mundo.

Ginnis se volvió a colar entre los mejores, con el dorsal 24, en la primera manga. Y acabó haciendo de nuevo historia, al convertirse en el primer esquiador de patria griega que apetencia una medalla en unos Mundiales. Casi todo el mundo hubiera apostado por él para quedarse fuera del podio de entre los cuatro que ocupaban los primeros cuatro puestos tras la primera manga; pero sucedió todo lo contrario. Y AJ fue el único que subió al cajón.

El germano Linus Strasser, a 14 centésimas, que ocupaba la cuarta plaza provisional, acabó noveno; y Braathen y Feller compartieron la séptima plaza final.

El noruego Sebastian Foss-Solevaag, que defendía el título conseguido hace dos primaveras en la tiempo italiana de Cortina d'Ampezzo, era botellín, a 35 centésimas, ayer de matar decimonoveno una prueba en la que fue secreto la fuerza mental. Y en ese apartado, Kristoffersen y Ginnis demostraron con creces merecerse el oro y la plata.

Tres suizos fueron los primeros a salir a pista. Loic Meillard, que el viernes había rebaño la plata en el titán, se salió de repaso en la tercera puerta; Daniel Yule -a 1.37 de Feller- prácticamente tiraba la toalla; y Ramon Zenhäusern, plata olímpica en Pyeongchang (Corea) hace cinco primaveras y vencedor en Chamonix, marcó el duodécimo tiempo en la primer desnivel, ayer de compartir la novena plaza con Strasser.

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Ginnis conquistó la primera medalla de la historia de Grecia 




JEFF PACHOUD / AFP

El francés Clement Noel, campeón altanero de eslalon el año pasado en los Juegos de Pekín y, por consiguiente, uno de los favoritos en la prueba más abierta de todos los campeonatos, ocupaba, tras un pequeño error en la parte intermedia, la octava plaza, a 64 centésimas: por detrás de Vinatzer -sexto, a 44; y que acabaría celebrando el podio- y del austriaco Fabio Gstrein -a 56-.

Ámbito Schwarz, que en la Saboya francesa había rebaño bronce en el titán y plata en la combinada, compartía el noveno puesto provisional con el italiano Tommaso Sala, a 71 centésimas. Sexto en el supergigante y cuarto en el descenso, 'Blacky' avanzó tres puestos para matar sexto, como mejor austriaco, completando unos Mundiales de sobresaliente.

Kristoffersen no pasaba del decimosexto, a nueve décimas, a pesar de partir, sobre el papel como uno de los favoritos. Pero en la segunda manga protagonizó no sólo la remontada de la prueba, sino la de todos los Mundiales.

La primera relato válida en la segunda manga la marcó el croata Filip Zubcic, que acabaría undécimo. Kristoffersen mejoró el parcial de Zubcic, con el que acabó siendo el más rápido en el acto fundamental; y llegó liderando de forma provisional la carrera a equivocación de los mejores ocho.

Ni Noel, ni Gstrein, ni Vinatzer mejoraron al nórdico. Siquiera su compatriota Foss-Solevaag, ni Strasser. Y Braathen volaba, pero falló en el final tercio de la pista.

Quedaban sólo dos en el portillón y Kristoffersen ya tenia asegurada medalla. Aunque no sabía de qué metal sería.

Giannis no mejoró al noruego, pero se conformó con acontecer hecho historia dos veces en menos de un mes; y esta indeterminación quemará Francia. Y Feller, al que le pudo la presión, le sirvió el tercer puesto, en bandeja de bronce, al italiano Vinatzer, que además subió a un podio en el que rebosaba la júbilo.

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