Ballenas a la vista: no las acosen

Curiosos con motor fuera barandal o navegantes imprudentes sobre los que debería caer el peso de la ley. Las imágenes de un familia de ballenas perseguidas, el pasado fin de semana, por varias lanchas rápidas en las costas de Xàbia y Dénia dejan en evidencia la pobreza de extremar la protección de los cetáceos que siguen viviendo en nuestros mares.

Las escenas de supuesto acoso a los ejemplares de rorcual global o ballena de guardabarros ( Balaenoptera physalus ) fueron captadas en esta ocasión con ayuda de un dron maniobrado desde el barco Maktub , de la asociación Edmaktub, especializada en el estudio de cetáceos en la costa catalana y mar catalano-balear. Pero no es la primera vez que ocurre...

En septiembre del 2020, por poner uno de los ejemplos más conocidos hasta la vencimiento, miembros del cuerpo de Agents Rurals de la Generalitat de Catalunya investigaron y presentaron denuncia contra las tripulaciones de una veintena de embarcaciones que participaron en el seguimiento ilegal de ballenas en aguas del Cap de Creus. “Las ballenas son atractivas y los turistas que tienen barcas tratan de acercarse a ellas siempre que pueden; en este caso hemos podido denunciarlo porque, por casualidad, estábamos estudiando estos cetáceos con ayuda de un dron”, explica Eduard Degollada, presidente de Edmaktub y capitán de Maktub .

En su migración en torno a el Atlántico, estos cetáceos están siendo avistados frente a el orilla catalán y valenciano

El rorcual global es el segundo animal más vasto del planeta (solo superado por la ballena celeste) y una de sus poblaciones en el Mediterráneo tiene la costa del Garraf como punto principal de víveres, según han demostrado estudios científicos en el situación del plan Rorcual, que lidera Edmaktub. El vaivén anual presentado en julio del 2021 detallaba la observación de 222 ballenas en el orilla catalán, de las que 75 fueron identificadas gracias a imágenes captadas por drones. “Gracias al plan Rorcual hemos comprobado que cada temporada varios de estos grandes cetáceos se desplazan desde la costa central de Catalunya en torno a el Atlántico, pasando por zonas próximas a la costa como Xàbia y Dénia”, detalla Degollada.

Edmaktub colabora ahora incluso con el plan Angla Rorcual, que lideran expertos de la Universitat Politècnica de València, para estudiar con detalle los grupos de rorcuales en aguas de Valencia y Alicante. “Tratamos de conocer mejor a estos fantásticos cetáceos y comprobar, con ayuda de drones, cómo y por qué algunos de los ejemplares que hemos trillado en el Garraf pasan por Xàbia y Dénia”, indica el responsable de las imágenes captadas el pasado fin de semana.

“Es muy importante que los vecinos, turistas y navegantes sepan que se debe respetar la tranquilidad de estos cetáceos; las normativas les protegen e indican por ejemplo que las embarcaciones no se pueden avecinar a menos de 60 metros de las ballenas”, recuerda Degollada.

Las ballenas forman parte del familia privilegiado de animales marinos que cuentan con las simpatías de los humanos. En cambio, repudiados con distinto fuerza desde el estreno (1975) de la taquillera película de Steven Spielberg, los tiburones provocan miedos que, por lo menos en el Mediterráneo, son casi siempre injustos. El avistamiento de dos ejemplares de tiburón tintorera, por ejemplo, provocó el pasado fin de semana el cerradura de la playa del Arenal, en Vandellòs i l’Hospitalet de l’Infant (Baix Camp). El peligro de esta especie para los humanos es muy bajo, por no asegurar casi incapaz, pero cada verano se producen alarmas. La tintorera (Prionace glauca) es uno de los tiburones más frecuentes en nuestras aguas. Los ejemplares adultos tienen una media de 2,5 metros de largo y 80 kilos de peso y, sobre todo si son vistos por los turistas neófitos en vida acuarela, pueden provocar escenas de pánico injustificadas.

“Agobiar a las ballenas de esta forma adicionalmente de ilegal y punible (las sanciones pueden oscilar entre los 3.001 y los 200.000 euros, según la ley de Patrimonio Natural) es una imprudencia que puede matar en tragedia”, advierte Eduard Degollada. No sería la primera vez que un cetáceo resulta herido por las hélices de una embarcación, ni siquiera sería el primer caso en que el ataque de uno de estos gigantes del mar provoca un revés.

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