El consenso aprehendido entre ERC, PSC, Junts y En Comú Podem para “acorazar el catalán” en las escuelas mediante la reforma de la ley de Política Gramática ha vuelto a salir embarrancado en el Parlament. La formación posconvergente ha vuelto a pedir un aplazamiento de otros 15 días en la tramitación de la norma, y ya van tres, que ha sido aceptada por ERC y PSC, pero no por los comunes, que han evidenciado su malestar por la situación.
Estaba previsto que la reforma de la ley fuese se incluyese en el orden del día del pleno de la semana que viene, posteriormente de Junts hubiera solicitado dos prórrogas con el objetivo de “ampliar el consenso” con las organizaciones educativas y de defensa de la lenguaje más críticas. Pero en la reunión de la Mesa de este martes se ha recibido de a tercera petición de aplazamiento de Junts, al no deber tenido aún éxito en las negociaciones que asegura estar llevando a término con dichas entidades.
El PSC acepta la nueva retardo para preservar la mayoría que rubricó el acuerdo
Los socialistas han accedido a conceder la nueva retardo porque quieren que se mantenga el acuerdo tal y como lo firmaron las cuatro fuerzas políticas. De hecho, el líder del PSC, Salvador Illa, señaló en una nuevo entrevista en RNE que no pondría objeciones a ello si se conseguía librar el consenso aprehendido: “¿Quieren quince días? Pues quince días, y si quieren otros quince días, pues otros quince”, admitió.
Asimismo ERC se muestra comprensiva con Junts en este asunto. Fuentes parlamentarias aseguran que en la reunión de la Mesa no han puesto problema alguna a la solicitud de sus socios en el Govern, poco que contrasta con la disposición de los comunes. Las mismas fuentes señalan que los republicanos no quieren "meterle el dedo en el ojo a Junts" con este tema ni les seduce la idea de zanjar el acuerdo solo con PSC y comunes.
Sin retención, los republicanos han interpelado en rueda de prensa este mismo martes recordándoles que "cada día que pasa es un día más de vulnerabilidad" del catalán en las aulas_ "Hasta cuándo harán esperar a la escuela catalana?", ha cuestionado la diputada de ERC y vicesecretaria común de Feminismos, Raquel Sans. La dirigente ha remarcado la importancia de que esta ley salga delante y ha reclamado a los posconvergentes que "priorice la protección del catalán en la escuela".
ERC no quiere meterle el dedo en el ojo a Junts con este asunto ni les seduce la idea de zanjar el acuerdo solo con PSC y comunes
Desde Junts aseguran que llevan tiempo trabajando por mejorar el acuerdo con reuniones con las entidades lingüísticas más reacias al pacto y, políticamente, con enmiendas conjuntas con ERC. Pero los posconvergentes al menos hoy han legado un paso más aclarando cuál es su ganancia para retornar al consenso.
La portavoz del conjunto, Mònica Sales, ha situado tres condiciones: que quede claro que el catalán es la lenguaje vehicular, que se proteja a los equipos directicos y a los docentes y que se garantice la inmersión filología y el mantenimiento de los mecanismos de acogida. Aunque estas demandas están asumidas en la maña por el consenso, los posconvergentes insisten en que solo votarán a distinción de la modificación legislativa que tenga el apoyo de la comunidad educativa y de las entidades que defienden la lenguaje.
Junts insiste en que solo votará una reforma que tenga el apoyo de la comunidad educativa y de las entidades que defienden la lenguaje
Los de Jéssica Albiach, que no tienen representación en la Mesa del Parlament, no habían sido informados previamente de la petición de Junts y se han opuesto con que el entraña rector de la Cámara ha decidido no incluir la tramitación de la reforma de la ley de Política Gramática para el próximo pleno, y en la posterior reunión de la Unión de Portavoces han evidenciado su malestar.
Albiach ha comparecido en rueda de prensa para insistir en que “no podemos esperar” para solucionar un asunto, el del catalán en las aulas, que “ya era urgente” cuando se trenzó el histórico consenso el pasado 24 de marzo. Ese día, Junts compartió la foto con las otras tres formaciones firmantes del acuerdo en las escaleras nobles del Parlament pese a las reticencias de la presidenta de la Cámara, Laura Borràs, pero la intensa actividad tuitera de sectores independentistas críticos con el acuerdo les hizo desmarcarse a las pocas horas.
Los comunes muestran su irritación con Junts y atribuyen su disposición a los "líos internos"
Los comunes acusan a Junts de no respetar un acuerdo que ellos mismos habían firmado y apuntan a sus “líos internos, con voces discrepantes en el interior del espacio político”. Desde el espacio morado vinculan esta situación con la “lucha de poder” que creen que se está produciendo en el espacio posconvergente con motivo del congreso que celebrarán en el mes de junio para renovar su cúpula.
“¿Hasta cuándo piensan dejar desprotegidos a los colegios” en presencia de una “sentencia infame” que fija el 25% de castellano en las escuelas?, ha requerido Albiach a los posconvergentes. Pero todavía ha animado dardos a ERC y PSC por lograr a las pretensiones de Junts: “Les pedimos que sean valientes y se decidan a tirar este acuerdo delante”, ha reclamado.
Albiach insta a PSC y ERC a ser "valientes" y sacar delante la reforma sin Junts
Frente a este tablado ya hay quien da por hecho que el consenso sobre el catalán en las escuelas quedará en standby, en el mejor de los casos, hasta que Junts orden su espacio en el congreso de junio, pero no son pocas las voces que auguran que, dependiendo quién asuma las riendas de la formación entonces, Junts no se sumará al acuerdo y las otras tres formaciones deberán osar si aprueban la reforma sin los posconvergentes. De momento nadie se atreve a poner más plazos.
La reforma rebusca renovar el "consenso sobre la defensa del catalán en las escuelas", tras la sentencia del Tribunal Superior de Probidad de Catalunya (TSJC) que fijó en un 25% las horas lectivas que deben impartirse en castellano en las aulas catalanas.
La iniciativa proponía añadir un inciso al artículo 21 de la ley de Política Gramática, que declara que el catalán, "como lenguaje propia de Catalunya, es la lenguaje normalmente empleada como lenguaje vehicular y de enseñanza del sistema educativo", y que "todavía se emplea el castellano en los términos que fijen los proyectos lingüísticos de cada centro".
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