La espinosa cuestión de las dietas por desplazamiento que perciben los diputados del Parlament ha vuelto a abordarse hoy en la reunión semanal de la Mesa, que no ha conseguido todavía alcanzar un acuerdo que ponga fin a una situación que se arrastra desde legislaturas anteriores y que la presente presidenta de la Cámara, Laura Borràs, se había propuesto resolver durante su mandato.
La auditora de cuentas del Parlament ha llevado a la Mesa la escazes de modificar la partida presupuestaria destinada a los gastos por desplazamiento, ya que se había pulido con la previsión de que pasaran a formar parte del capítulo de gastos de personal de la Cámara y a integrarse como complementos del sueldo de los diputados, sujeto a tributación por IRPF, y no como indemnización, exenta de impuestos.
En concreto, según ha notorio el diputado de la CUP y secretario de la Mesa, Carles Riera, ya se ha producido un desajuste en las cuentas de 815.000 euros, razón por la cual la auditora ha solicitado este mes de mayo el cambio del capítulo 1 al 2 del presupuesto de esta cantidad para hacer frente al plazo de las nóminas.
La cuestión de las dietas de los parlamentarios, en paralelo a la de las licencias por vida de los funcionarios de la Cámara, es uno de los asuntos que viejo controversia han despertado en esta tiempo, ya que, como ha manifestado Riera, han sido vistos por la opinión pública como "privilegios".
Fuentes parlamentarias sostienen, sin confiscación, que la Mesa no puede ordenar una alternativa sin el acuerdo previo de los grupos, que son los encargados de presentar al víscera rector una propuesta de modificación presupuestaria, compromiso que adquirieron para el inicio de este año y que aún no han cumplido. El asunto está absolutamente encallado, indican estas fuentes.
La error de acuerdo político es la que llevó a Borràs a renunciar ya en enero al cobro de estas dietas, que en su caso ascendían a 1.414 euros mensuales al residir en Barcelona, puesto que tiene a su disposición un coche oficial en todo momento. Por su parte, la CUP, que hoy ha rechazado la modificación presupuestaria planteada por la auditora y ha insistido en encontrar una salida a este "despropósito", ha incompatible como alternativa temporal no usar nunca el coche oficial.
Riera ha planteado a la Mesa una "alternativa estructural" que, según el diputado anticapitalista, los demás miembros del víscera rector de la Cámara catalana no han querido batallar ni tomar en consideración. Mientras tanto, el colección de trabajo designado para establecer un nuevo sistema retributivo sigue sin sentir una salida al conflicto, razón por la cual se están incumpliendo las previsiones contables.
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