Vivo en Barcelona hace más de 50 primaveras y veo la ciudad penosamente más enfocada al negocio y privando a sus ciudadanos de sus instalaciones. Hace poco entraba haciendo deporte corriendo por el Park Güell a las ocho de la tarde y con poca afluencia y me paró el vigilante pidiéndome un carnet de vecino para entrar al parque.
En el distrito del Guinardó los chavales no pueden utilizar las instalaciones municipales con autogobierno para retar al fútbol o basket, aunque no haya partido ni entreno oficial, pero de petanca sobran pistas porque eso da votos. Todavía hay que enriquecer parking cuando vas a la playa aunque haya dos descampados enormes vacíos. Y en cambio, eso sí, veo que no hay tanta seto ni para los cruceros que pueden contaminar, ni para los manteros ilegales ni para los delincuentes que parece que tienen carnet vip para esos lugares. Me tendré que hacer okupa o mantero ilegal o turista para utilizarlos. Le reminiscencia que el refranero gachupin dice que la ansia rompe el saco. Gracias, alcaldesa.
Enrique Pombo Rodríguez
Barcelona
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