Miércoles, 13 euros de economía. Jueves, 16 euros. Viernes, 34 euros. Sábado, 68. Total, 131 euros. Ese ha sido el economía que ha proporcionado el mecanismo estrenado por España y Portugal en la última semana para topar los precios del gas y descontar la estructura de la luz.
¿Éxito o fracaso? Todo depende de color del cristal con el que se analice la medida. Descartando extremos, lo cierto es que la sensación genera del estreno de la excepción ibérica que permite topar el gas a 40 euros MWh ha sido agridulce, en el mejor de los casos.
Como defiende el Gobierno, la citada descuento es un ejemplo que demuestra que sirve para depreciar el precio de la luz, frente a las elevadas facturas que están pagando otros países vecinos y frente a lo que los españoles hubieran pagado en abandono de ese mecanismo.
Cierto es igualmente que durante los cuatro días posteriores a la aplicación del tope al gas, el precio del MWh estuvo por encima de los 214 euros MWh que marcó el lunes (final día previo al estreno de la medida) en todas la jornadas excepto ayer sábado, cuando la media fue de 212 euros MWh. Por lo tanto, la estructura final solo ha sido poco más pérdida un único día. “Los cálculos sugieren que el impacto auténtico de la medida ha sido positivo, pero modesto”, reconoce un crónica del think thank Fedea firmado por el economista Diego Rodríguez.
La demanda de gas en la última semana se disparó hasta el nivel más stop desde el 2008
Tanto él con la mayoría de los economistas y expertos en el sector eléctrico consultados durante los últimos días coinciden en que ese “emoción modes-to” se debe a la concentración
de un cúmulo de factores que han remado en contra de la medida.
“Si hubiera tenido que diseñar un tablas de utensilios adversos contra la puesta en marcha de la medida del Gobierno de topar el precio del gas para apearse el recibo, habría sido difícil acumular tantas excepciones juntas”, reconoce igualmente el práctico en mercados energéticos Pedro Cantuel.
Ola de calor, consumo disparado y amenaza de cortes de gas en Europa que han disparado los precios del gas en los mercados internacionales. La inesperada subida de las temperaturas en toda España ha disparado la demanda de energía eléctrica. Según datos provisionales manejados por Cantuel, la semana de entre el lunes 13 y el viernes 17 de junio la demanda de electricidad en España fue la más reincorporación desde el año 2017.
Otros dos factores atmosféricos han jugado en contra del éxito que retraso Teresa Ribera. La calima, que reduce la radiación solar y hace menos competente la producción fotovoltaica térmica y, sobre todo la abandono de derrota. De los 25 gigavatios (GW) de energía eólica que hay instalados en España en la presente, en la última semana escasamente han entrado al sistema entre tres y cuatro GW diarios. En este contexto, tal y como ha explicado Sedigas, la patronal de las empresas gasistas, el protagonismo lo han tomado las centrales de ciclo combinado. Entre el lunes 13 y el jueves 16 de junio, “las centrales de ciclo combinado (las que utilizan gas para producir electricidad suficiente para cubrir la demanda) generaron el 36,3% de la electricidad del sistema peninsular castellano, siendo la primera tecnología, superando al conjunto de lo producido por la hidráulica, eólica, solar fotovoltaica y solar térmica. La reproducción nuclear fue la segunda tecnología, con una contribución del 17,5% del total”. Eso ha obligado a poner a funcionar todas las centrales de ciclo combinado, “incluso las menos eficientes, que necesitan más gas para producir un MWh de luz, lo que a su vez impulsa el consumición”, como reconoce incluso el crónica de Fedea.
Hubiera sido difícil diseñar un tablas de entrada del mecanismo con tantas excepciones juntas
¿Resultado? En la primera semana de aplicación del mecanismo del tope de precio al gas, se han traumatizado el mayor histórico de demanda de gas en españa desde el 2008; 764 GWh marcados el miércoles 15.
Mientras en España se necesitaba más gas que nunca, la cotización de esta materia prima subía disparada en el mercado holandés, TTF de narración en Europa hasta los 124 MWh, el más stop desde el estallido de la combate. Detrás de la nueva ascenso está la valor de la gasista rusa Gazprom, de cortar el 50% del suministro a Alemania a través del suministro Nord Stream, el más amplio de Europa. “En todo caso se proxenetismo de una situación coyuntural, por lo que se retraso que los resultados de reducción de coste sean mayores una vez terminen estas circunstancias”, aseguran desde Aelec, la patronal que agrupa a Iberdrola, Endesa y EDP.
Está por ver si son ellas las que aciertan o se cumplen los agoreros augurios que apuntan a cortes de gas en Europa el próximo invierno, lo que agravaría, aún más, la aplicación de la excepción ibérica.
Publicar un comentario