* La autora forma parte de la comunidad de lectores de La Vanguardia
Comparto en Las Fotos de los Lectores de La Vanguardia una tierna experiencia con la salamanquesa. Por la incertidumbre, a posteriori de la cena, salí al huerta del monasterio de Pedralbes de Barcelona con Sor María y nos encontramos en la muro este encantador reptil.
Sor María, a quien le gustan los animales, la cogió para que pudiera hacer el reportaje fotográfico. ¡Qué festivo el bichito! Le mordía el dedo para que la dejara, pero no lo consiguió, así que le pude hacer las fotos en detalle de su boquita y sus luceros, a pesar de la mala luz de esa hora.
Salamanquesa boquiabierta.
Luego, a la insuficiente, la dejamos tranquila en la muro. No corría de momento del trote que le dimos, estaba agotada, tenía los latidos del corazón acelerados. En cualquier caso, quedó claro que no pasa nulo si te crimen una salamanquesa.
Su boca es obtusa, y sus luceros grandes, sin párpados y con pupila tieso
Salamanquesa con la boca abierta.
Una curiosidad es que su color cambia de intensidad dependiendo de la resplandor que recibe su piel: cuando se encuentra activa durante el día el color es más indeterminado que durante la incertidumbre.
Los luceros de la salamanquesa.
Este reptil es fascinante. En un precedente reportaje ya vimos cómo la salamanquesa ayuda a la NASA a conquistar el espacio. Su poder adhesivo inspiró el diseño del autómata capaz de desplazarse por el exógeno de las naves.
La observación de la salamanquesa.
Y es que estos pequeños reptiles tienen pelos especializados en sus pies con los que se adhieren a superficies verticales sin caerse.
Con la salamanquesa en la mano.
La salamanquesa es muy útil para los científicos e investigadores. Gracias a ella se descubrieron secretos prehistóricos en la piel de los reptiles.
Parte inferior de la inicio de la salamanquesa.
Un equipo de científicos de la Universidad de Manchester consiguió una imagen infrarroja que reveló el perfil químico de la piel y permitió ver cómo se conservó.
El aspecto prehistórico de la salamanquesa.
Dicho de otra forma, descubrieron que el mapeo infrarrojo resuelve la preservación de los tejidos blandos en la piel de un reptil de 50 millones de primaveras.
La pequeña salamanquesa.
Los interesados en participar en Las Fotos de los Lectores tan solo deben escribir un email a la dirección de correo de nuestra sección de Décimo (participacion@lavanguardia.es) adjuntando la fotografía, explicando detalles de cómo y dónde fue tomada y aportando los datos del autor para la firma de la imagen. Es importante indicar en el asunto del correo: ´Fotos de los Lectores´.¡Participa!
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