Mohammed Zahangir Kabir se mudó al Reino Unido desde Bangladesh en 2002 y pasó más de 17 abriles trabajando como asistente de ventas en el supermercados Waitrose de South Woodford Waitrose (Londres), cuando un chiste que le envió por WhatsApp a su cabecilla derivó en un escándalo con más de 60 mil dólares en el medio.
El hombre tenía una relación humorista con su superior, Matthew Ford, lo que lo llevó a dirigir el mensaje: "Encontré un cuchillo". Su cabecilla no entendió y le preguntó a qué se refería, Kabir le envió cuatro emojis de caras sonrientes con fanales de corazón y le preguntó: "¿Tienes miedo?". Luego pasó a preguntar a qué hora terminaba ese día y cuándo se verían la próxima vez.
El chiste no fue claro y la ilustración aún peor, pero Kabir no estaba amenazando a su cabecilla. En el otro banda del chat, Ford estaba atemorizado y les dijo a sus jefes que temía que Kabir apareciera en la tienda con un cuchillo.
Kabir llegó a su turno a las 19 y encontró a un oficial de policía esperándole. Según se informó el hombre estaba "extremadamente nervioso" y no tenía un cuchillo. Le explicó al oficial que todo había sido una broma, que no tenía la intención de amenazar a su colega. El oficial de policía aceptó que no había mala intención con destino a el Sr. Ford y no tomó más medidas.
De acuerdo a la manifiesto de Kabir, al enterarse de que su cabecilla se había tomado su broma en serio, decidió escribir un nuevo mensaje para disculparse con el Sr. Ford y asegurarle que no había querido hacerle daño, ni había tenido la intención de alarmarlo.
Ford respondió: "No hay problema, Kabir. Estaba un poco preocupado cuando me enviaste un mensaje de texto, estaba un poco fuera de contexto. Una conversación muy seria y preocupante, debes tener un poco de cuidado", contiguo con un emoji de pulgar con destino a hacia lo alto.
El tema no terminó allí. Si correctamente no se presentó ninguna denuncia formal, en la empresa se abrió una investigación sobre posibles conductas indebidas y se convocó a Kabir a una reunión. Allí reiteró que los mensajes fueron enviados en broma y que su idea era simplemente decirle a su cabecilla que había contrario un cuchillo mientras cocinaba para sus dos hijos.
A pesar de que todos sabían que los dos hombres eran amigos y se llamaban 'compañeros', la empresa concluyó que había un caso de mala conducta moribundo ya que ciertas frases como 'Tengo un cuchillo' y '¿Tienes miedo?' resultaron intimidantes. Kabir fue despedido.
El chiste que terminó en tribunales
Sin requisa, el tribunal gremial dictaminó que "no había una amenaza verdadero" en los mensajes y Waitrose "le dio demasiada importancia" a la reacción de Ford. La jueza gremial Julia Jones concluyó: "No había una amenaza verdadero en los mensajes. No tenían sentido, pero eso no significaba que fueran amenazantes.
"Kabir había mostrado una conducta irreflexiva. Había enviado algunos mensajes de texto estúpidos y aleatorios a su directivo sin pensar en cómo podrían recibirse".
La determinación de la jueza indicó que Kabir recibiera 47.192,90 libras esterlinas (Unos 54.000 euros) en concepto de indemnización por despido improcedente e injustificado de la empresa matriz de Waitrose, John Lewis.
Un portavoz de Waitrose dijo al diario Metropolitano: "Nos esforzamos por ser un empleador calibrado y la seguridad de nuestros socios siempre es primordial. Reconocemos que el proceso disciplinario habría sido difícil para el señor Kabir y nos aseguramos de que se le ofreciera apoyo. Creíamos que estos mensajes de texto violaban nuestro claro código de conducta y que habíamos actuado de guisa competición en las circunstancias".
Clarín
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