Cruce de acusaciones entre la Superliga y la UEFA ante el TJUE

Los representantes legales de la Superliga defendieron este lunes en presencia de el Tribunal de Razón de la Unión Europea (TJUE) que la UEFA tiene un "conflicto de interés", al ser tanto catalogador como regulador del fútbol europeo, y aseguraron que su plan será una "alternativa al monopolio de la UEFA" para innovar y desarrollar el futuro de este deporte.

El TJUE acogió este lunes el inicio de la aspecto sobre la demanda de la Superliga contra la UEFA y la FIFA por un supuesto extralimitación de posición dominante y por impedir la expedito competencia que garantizan los tratados de la UE al contestar con posibles sanciones al anuncio, en 2021, de la creación de esta competición alternativa por 12 de los principales clubes europeos.

Tribunal de Razón de la Unión Europea

El cultivado Miguel Odriozola representó a la Superliga en presencia de los jueces europeos

La Superliga, que denunció a la UEFA y a la FIFA en presencia de un auditoría madrileño, dio el pistoletazo de salida a las comparecencias con su representante admitido, el cultivado Miguel Odriozola, pidiendo a los jueces europeos que se imaginen a la UEFA dando luz verde a un torneo que sea competidor de la Champions League, poco en su opinión impracticable.

"¿Es concebible que una asociación como la UEFA pueda prohibir iniciativas europeas que tengan como objeto competir con la Champions? ¿Cómo es posible que intenten prohibir proyectos innovadores que intentan mejorar el maniquí presente?", preguntó el abogado, que lamentó que los clubes europeos, "los únicos que invierten y arriesgan" en esta iniciativa, no tengan hoy por hoy "la capacidad de controlar su destino".

La manifiesto

La Superliga califica de "flagrantemente anticompetitivo" el compromiso entre asociaciones y ligas de no corretear fuera de UEFA y FIFA

El representante de la Superliga argumentó que "un sistema de autorización capitaneado por una empresa que es sentenciador y parte siempre conducirá a una infracción de la reglamento de competencia", y se refirió incluso al compromiso "flagrantemente anticompetitivo" asumido por las asociaciones de clubes y ligas europeas de que ningún club participará nunca en competiciones no organizadas por UEFA o FIFA.

Odriozola se opuso incluso a que la UEFA, que consideró una "entidad monopolista", pueda "autoatribuirse" capacidades regulatorias en su propio mercado y criticó que las sanciones que planteaba la UEFA, que recogían la excepción de los clubes participantes de competiciones como la Ligazón de Campeones, consiguen "incomunicar de facto cualquier competición alternativa".

Odriozola apuntó incluso a que la UEFA no puede discurrir su rechazo al plan por "un supuesto carácter contrario a la competencia", ya que no corresponde al entraña aplicar este derecho y, adicionalmente, habían manifestado su intención de prohibirla "ayer de conocer cualquier aspecto relativo al plan".

En el caso de que las autoridades de competencia opinaran que la Superliga sí infringe el derecho de la competencia, añadió el cultivado, existiría entonces "la posibilidad de adaptar el plan a lo que resulte oportuno", según la carta comunitaria.

El representante de la Superliga incluso rechazó que su plan no cumpla el principio de solidaridad y de promoción del fútbol de saco y aseguró que "no será difícil" mejorar las cifras que atribuyó a la UEFA, quien, dijo, solo dedica 48 millones de euros en pagos solidarios al fútbol de saco, un 1,5 % de los 3.156 millones que ingresa por competiciones de clubes.

"La Superliga tiene previsto pagos solidarios de más de 400 millones" y "estaría encantada de que estos pagos fueran monitorizados por un tercero independiente que asegure que positivamente alcanzan al fútbol de saco, poco que no sucede en la ahora", incidió Odriozola.

El abogado subrayó la responsabilidad de los clubes participantes de "oponerse a prácticas abusivas" y denunció que la UEFA "ha aniquilado de raíz" todos los proyectos que han surgido en últimas décadas y controlado el fútbol "con mano de hierro" mientras otros deportes han "evolucionando al ritmo de los tiempos".

La parte demandada

La traducción de la UEFA

La UEFA, por su parte, aseguró que la creación de la Superliga hubiera asestado "un desgracia deplorable" al maniquí deportivo europeo y dijo que su capacidad de autorización previa de este y otros proyectos alternativos a las competiciones actuales permite evitar que surjan "formatos, calendarios y estándares contradictorios que convertirían el fútbol europeo en una desarreglo"

Tras una intervención auténtico de la Superliga, el representante admitido de la UEFA, Donald Slater, consideró el plan impulsado por estos clubes (de los que solo quedan tres) un "ejemplo de volumen de texto de un cártel" y aseguró que las sanciones que se plantearon contra los clubes participantes "son necesarias para certificar el cumplimiento" de las normas del organismo.

"Estos clubes querían tenerlo todo. Querían seguir participando en competiciones nacionales, pero decidir exentos de los principios de mérito deportivo y solidaridad que las sustentan. La Superliga habría asestado un desgracia deplorable al maniquí deportivo europeo (...) que ha convertido a Europa en el mejor lado del mundo para corretear y disfrutar el fútbol. La UEFA está aquí para defenderlo", aseguró Slater.

El cultivado de la UEFA rechazó que la autoridad de la UEFA para organizar y regular el fútbol europeo sea "autoatribuida", como asegura la Superliga, y aseguró que se la reconocen sus 55 asociaciones miembro, la FIFA y las instituciones de la Unión; incluso negó que la UEFA aproveche su permiso de autorización de otras competiciones en beneficio propio.

"Carece de todo fundamento la sugerencia de que un potencial conflicto de intereses podría resolverse nada más mediante la separación estructural de las actividades regulatorias y comerciales de la UEFA", incidió Slater, que aseguró que esta doble función "garantiza que el deporte desempeñe funciones sociales más amplias".

Ejemplificó, en este sentido, que todo club que participe en las competiciones de la UEFA debe tener equipos de fútbol saco y un software de mejora del fútbol saco y femíneo y tener una táctica de responsabilidad social, por lo que "las competiciones no son meros vehículos comerciales, sino incluso vehículos sociales y educativos".

"La idea de una aleación cerrada de los clubes más ricos dirigida por una entidad orientada exclusivamente a la elaboración de beneficios económicos es incompatible con el maniquí deportivo europeo y el mérito deportivo", incidió Slater, poniendo el ejemplo de cómo el Efectivo Madrid, que acabó ganando la Ligazón de Campeones la pasada temporada, inició este torneo perdiendo en el Santiago Bernabéu contra el equipo moldavo Sheriff Tiraspol con un gol en el posterior minuto.

Encima, incidió, permitir esta competición hubiera transmitido pie a que surgieran "otras ligas cerradas, provocando un colapso sistémico del maniquí deportivo europeo", lo que hubiera sido "un resultado nefasto para el fútbol y la sociedad europea".

Slater concluyó citando al futbolista francés Eric Cantona para memorar que "no se llega a ser campeón sin disputar" y recalcó que la función social del fútbol "se realiza mediante competiciones abiertas" en las que los ascensos o descensos se determinan por el mérito deportivo.

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