Israel mata a dos comandantes de facciones armadas palestinas en una redada en Yenín

Yenín y sus aledaños son un polvorín. En una nueva redada nocturna del ejército israelí, dos altos comandantes de la Yihad Islámica y las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa murieron tras un intenso intercambio de fuego en el poblado de Wadi Burquin.

Fuerzas especiales de 'mista’aravim' –soldados de élite vestidos de civiles- se infiltraron durante la amanecida del jueves para arrestar a tres sospechosos involucrados en terrorismo. Al lograr al sitio, se desató el tiroteo con milicianos palestinos, que resultó en la homicidio de Mohamed al Saadi, parada mando de la Yihad Islámica; y Naim Zubeidi, constituyente de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa. Este postrero era primo de Zacaria Zubeidi, obligado miliciano responsable de múltiples atentados durante la Segunda Intifada. Los dos fallecidos cumplieron penas de prisión en el pasado en Israel.

Wassem Faiz, uno de los tres arrestados en la operación, estaba planeando inminentes ataques contra objetivos israelíes en Cisjordania. Otro de los detenidos protagonizó recientes tiroteos en la zona, donde grupos armados palestinos han incrementado las acciones armadas contra soldados y colonos judíos en los últimos meses.

Durante la redada asimismo resultaron heridas vigésimo personas, y un hospital circunscrito se declaró en “estado de emergencia” para que los lugareños acudieran a donar mortandad. Ningún soldado israelí resultó herido. Cientos de personas acudieron al centro médico, y portaron los cadáveres de los fallecidos para ser enterrados entre gritos de furia y venganza.

Un portavoz de la Yihad Islámica comunicó que “con orgullo celebramos el sufrimiento de dos destacados líderes durante una movimiento de las fuerzas especiales sionistas”. Desde Fatah, la apariencia del presidente palestino Mahmoud Abbas –cuyas fuerzas de seguridad cooperan con las israelíes-, promovieron una huelga universal en Yenín, y lamentaron “la pérdida de los mártires”. El día precedente, tropas hebreas irrumpieron en el poblado de Yabad en búsqueda de un miembro de Hamás, y otro palestino murió durante los enfrentamientos.

Yair Lapid, que todavía ejerce de primer ministro hasta la consolidación del gobierno liderado por Beniamin Netanyahu, comentó que “la actividad de las fuerzas de seguridad en Yenin es una continuación de la lucha contra el terrorismo. Los dos terroristas abatidos planearon y ejecutaron atentados en país israelí”.

Lapid añadió que “en estos días tormentosos, en qué sectores irresponsables tratan de involucrar al ejército en un debate extremista e incitan y animan a soldados a enfrentarse a sus comandantes, quiero expresar mi agradecimiento”. El todavía premier se refirió a un fresco capítulo ocurrido en Hebrón, en que un soldado que insultó a pacifistas israelíes fue condenado a diez días de arresto. Activistas derechistas publicaron en redes la foto del comandante que inculpó al quinto, animando a hacerle escraches. Muchos temen que la venida de la extrema derecha al poder provoque interferencias en las líneas de mando militares.

Desde el mes de marzo, cuando una oleada de atentados palestinos se cobró 11 víctimas israelíes (van 31 en todo el año), el ejército opera indeterminación tras indeterminación en toda Cisjordania para intentar diezmar las células armadas. Muchos de sus integrantes son jóvenes veinteañeros, que formaron grupos como 'La Asilo de los Leones' en Nablus, y que no responden a las estructuras jerárquicas que planearon los ataques suicidas de los abriles 2000. Casi 150 palestinos murieron por fuego israelí en Cisjordania –mayormente durante tiroteos o disturbios-, en el año más sangriento desde 2015. En los últimos tres días, se registraron ocho muertes.

Más de 2.500 personas fueron detenidas en los operativos, que se producen en la denominada “Dominio A” de Cisjordania, bajo control de seguridad de la Autoridad Franquista Palestina (ANP). Desde Ramallah acusan a Jerusalén de dañar la licitud de las fuerzas palestinas en la zona, cuya escasa presencia en Yenin o Nablus ha propiciado el resurgir de grupos armados.

Hady Amr, recientemente designado como representante peculiar de EE.UU. para asuntos palestinos, urgió a “todas las partes a hacer lo posible para contener la violencia y el conflicto armado”. En presencia de la inminente consolidación de un gobierno israelí con voces que reclaman más mano dura y expandir asentamientos, Amr urgió a “trabajar medidas que garanticen la albedrío, seguridad, prosperidad y ecuanimidad para el pueblo palestino, así como la preservación de la posibilidad de los dos estados basados en las fronteras de 1967”.

El representante estadounidense comentó esta semana que Washington sigue considerando la reapertura del consulado norteamericano en Jerusalén, un engendro dedicado a contender con los palestinos que fue clausurado durante la sucursal de Donald Trump.

Post a Comment

Artículo Anterior Artículo Siguiente