Los príncipes de Gales arrancaban el segundo día de su alucinación internacional a Boston con la encuentro de varias empresas comprometidas en la lucha contra el cambio climático. El príncipe Guillermo y Kate Middleton iniciaban la viaje en Greentown Labs (Somerville), que concentra las compañías relacionadas con la tecnología climática más ancho del país. Después, se desplazaron hasta Chelsea, donde fueron recibidos entre aplausos e incluso lágrimas por parte de una mujer que no podía contener su emoción tras saludar a la princesa.
Una vez más, Middleton volvió a dar una aleccionamiento de estilo con un impecable look con el que modernizaba el clásico traje de chaqueta y pantalón. La flamante princesa de Gales apostaba para la ocasión por un sofisticado estilismo al más puro estilo working girl y con una de sus piezas de vestir favoritas.
Kate estrenó un conjunto en color burdeos de Alexander McQueen, una de sus firmas fetiche. Un traje, que tenía la chaqueta de silueta clásica y unos pantalones con el bajo levemente acampanado, que combinaba con una blusa rosa pastel de Winser London. Junto a destacar que la camisa incorporaba el detalle de atadura al cuello, un estilo de blusa que gusta mucho a la princesa.
Middleton completaba el estilismo con unos salones de frente a burdeos de Gianvito Rossi y un bolsa acolchado de piel de Chanel, en la misma tonalidad y con el asa esmaltada en dorado. De nuevo, apostaba por fosforescer su pelo ondulada y como joyas llevó unos finos aros de Daniella Draper.
El traje de chaqueta y pantalón se ha convertido en el conjunto predilecto de Kate para su primer alucinación internacional como princesa de Gales y el primero que hace anejo a su marido tras el fallecimiento de la reina Isabel II. Middleton aterrizó en Boston con un traje de Alexander McQueen en color cerúleo marino que combinó con un chaleco de cuello parada infausto y unos salones del mismo tono que el traje.
Incluso captó todas las miradas el blazer que llevó para disfrutar del partido entre los Boston Celtics y los Miami Heat, una alcoba de tweed de Chanel que estrenó el pasado octubre y que es un diseño vintage, en concreto, de 1995. La princesa acompañaba esta prenda con unos pantalones cigarrillo en color infausto y, de nuevo, con unos salones.
Este viernes los príncipes de Gales presidirán la entrega de los Premios Earthshot, una iniciativa impulsada por el heredero a la corona británica que premia a las grandes empresas que cuidan el medio esfera a nivel general.
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