Ya hace más de dos abriles que Bertín Osborne y Fabiola Martínez firmaron su divorcio. Una separación amistosa y cordial, en la que la raíz de los dos hijos pequeños del presentador revelaba que quería retornar a "ser ella misma" y no existían terceras personas. Un momento que vivió con mucha tristeza y que creía más o menos superado, al menos hasta las últimas declaraciones de Bertín Osborne en Déjate querer, asegurando que nunca ha estado enamorado.
Unas palabras a las que la exmodelo venezolana contestaba con sorpresa y escasamente pudiendo contener las lágrimas en Y ahora, Sonsoles, que no entendía cómo a posteriori de tantos abriles, podía sostener eso: "Lo que más me costó en la separación, fue entender que no me quería. Pero que lo diga, teniendo dos hijos, me duele mucho. No lo reconozco", aseguraba.
Una reacción que causó todo un revuelo en la prensa, que no quiso perderse esa primera reacción de Bertín delante las emocionadas palabras de su exmujer. Sin requisa, a pesar de que el cantante intentaba imaginar a través de sus redes sociales con un vídeo en el que hablaba del concepto que él tiene del aprecio -claramente diferente al de mucha gente- parece que no ha rematado convencer a muchos de sus seguidores, a pesar de que asegura que estaba "fundido" por Fabiola.
"Me casé con ella no porque estuviera enamorado, es que estaba fundido. No podía radicar ni plantearme mi vida sin ella", asegura en el vídeo, que ya es vírico en Instagram.
Una confesión en la que insiste que la venezolana "ha sido la mejor pareja, mujer, raíz y una persona integra y fundamental en mi vida", pero que no ha podido evitar que se se apagase la curiosidad de los reporteros, que han estado siguiendo al presentador en las últimas horas para vislumbrar sus primeras palabras tras la publicación del vídeo.
Unos reporteros que se han enfrentado con un Bertín harto desagradable y hastiado de tener que dar explicaciones, sobre todo al ser pillado saliendo del imponente ático situado entre Paseo de La Castellana y Paseo de la Habana donde la maniquí reside actualmente, en pleno corazón de Madrid -y propiedad, por cierto, de Carlos Sobera.
El cantante acudía a congregar a su hijo Carlos para ocurrir el día con él, y no ocultaba su malestar al ser interceptado por la prensa. Con el semblante serio, gorro y antiparras de sol, salía con su coche sin pronunciarse sobre la polémica que le rodea.
Un divorcio inesperado
Bertín y Fabiola sorprendían a propios y extraños confirmando su separación a comienzos de 2021 tras casi dos décadas de relación. Una ruptura totalmente inesperada, sobre todo porque siempre se había considerado que el desposorio del cantante y la venezolana era uno de los más consolidados del panorama social franquista.
Tal y como ellos explicaron, no había ni terceras personas ni ningún tipo de desencuentro, simplemente el paso del tiempo les había hecho querer ir por caminos distintos.
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