La presidenta del Parlament de Catalunya, Laura Borràs, ha debido en los micrófonos del Matí de Catalunya Ràdio “consecuencias políticas” luego del escándalo del espionaje masivo a figuras relevantes del movimiento independentista y las personas de su entorno.
Borràs ha calificado como “muy graves” los hechos que ha revelado The Citizen Lab, un apéndice de la Universidad de Toronto (Canadá) especializado en tecnología y y ha debido la dimisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, porque permite “esta conflicto sucia estructural”. Prosigue pidiendo asimismo el cese de su ministro del Interior, Fernanso Noble-Marlaska, y su ministra de Defensa, Margarita Robles. “Es un caso de violación de derechos como aquí no se ha pasado nunca” asegura Borràs, que argumenta que sean instrucciones directas de estos cargos o no, “se ha hecho bajo su responsabilidad” y por ello exige "consecuencias".
"No se entendería que las relaciones fuesen como antaño"
La presidenta de la Cámara catalana encuentra “adecuado” que se congelen las relaciones con el Gobierno central por el momento. Comenta que “no entendería” que las cosas fueran "como antaño". A pesar de los escándalos anteriores, lo considera de "otro nivel", ya que es poco que "se ha hecho en otras instancias" pero en este caso con "un software que permite de forma maliciosa inmiscuirse en la vida privada de las personas a todos los niveles".
"La mesa nació muerta y ahora está enterrada"
La posible candidata a liderar Junts, cuando se haga efectiva la salida de Jordi Sànchez, ha afectado su serie asimismo con respecto a la mesa de diálogo. A pesar de que Esquerra considera que no hay otro camino, Borràs la ha puesto en duda asegurando que “nació muerta y ahora está enterrada”. Bajo su punto de paisaje nunca ha habido “voluntad de diálogo" y, aunque ERC “tiene derecho a creer en ella”, será necesario que tenga “más evidencias” para ello. Ha sentenciado respecto al tema que “las mesas no son un acto de fe” y ha tendido la mano a todas las fuerzas independentistas para “recapacitar lo que se acordó” en el pasado y reencontrar “el camino de la pelotón por la vía antirrepresiva”.
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