El PSC no oculta su preocupación por las consecuencias de las informaciones que revelan un espionaje masivo al independentismo en los últimos abriles mediante el software Pegasus, un método de infiltración en terminales móviles de origen israelí solo al efecto de gobiernos, por eso reclama que esta cuestión no "despiste" al Govern de su empresa de regentar Catalunya.
En rueda de prensa desde el Parlament, la portavoz del orden parlamentario PSC-Units per Avançar, Alícia Romero, ha admitido que a su orden le preocupa "que se espíe a políticos", pero ha querido quitar hierro a las informaciones conocidas recordando que "no son nuevas" y que por consiguiente no deberían "distraer" al Ejecutante catalán de su tarea de "atender los problemas de la familia en medio de una crisis sanitaria y de una conflagración que genera graves consecuencias para los ciudadanos".
Pero los socialistas son conscientes de que la imagen de mecanismo que pretende dar el independentismo con este asunto puede tener consecuencias para la gobernabilidad en Catalunya y en la correlación de fuerzas en el Congreso y en el Parlament, donde están pendientes asuntos de calado, como el consenso por la idioma.
Preguntada por esta cuestión, la portavoz ha expresado su esperanza de que estos acontecimientos no provoquen ninguna ruptura entre gobiernos, ahora que la mesa de diálogo tenía vía disponible para volverse a reunir posteriormente de meses de retraso por la pandemia y por el estallido de la conflagración de Ucrania. "El Gobierno ha donado suficientes ejemplos del compromiso por rehacer las relaciones con Catalunya. El compromiso de Pedro Sánchez es firme con Catalunya y nos gustaría que el Govern de la Generalitat todavía fuera riguroso y tuviera un compromiso firme con el Gobierno de España", ha señalado. Romero ha remarcado que "la inteligencia de todos debería hacer que no se rompiera nadie y, si hay divergencias en temas, como las hay, esto se pueda musitar desde el diálogo, el respeto y la confianza", ha insistido..
Más allá de la afectación de este asunto en la estabilidad del Gobierno central, que depende en buena parte de ERC en el Congreso, en el Parlament todavía hay temas que podrían estar afectados por este escándalo. El consenso entre ERC, Junts, PSC y comunes para corregir la ley de Política Filología, tiene como destino final la votación en la Cámara catalana que, previsiblemente, se dilación para el próximo pleno, la semana que viene. La norma debe incluirse aún en el orden del día del pleno, cosa que podría suceder este miércoles en las sucesivas reuniones de la Mesa y la Concilio de Portavoces, pero los socialistas temen que el denominado 'Catalangate' pueda retornar a tardar su aprobación.
La convalidación de la reforma ya está en stand-by porque Junts pidió más tiempo, tras cobrar severas críticas de los sectores más inflamados de la formación y de las entidades independentistas, pero el PSC se resignan a la dilación de acontecimientos: "Esperamos que el compromiso que teníamos todos se mantenga. Fuimos flexibles -con Junts- pero ya no depende solo de nosotros", ha comentado Romero. De hecho, ya no solo se dilación que Junts no se baje del acuerdo, sino que ERC no se eche detrás con la tramitación de la reforma de la ley a consecuencia de los espionajes: "Veremos cuál es la posición de Junts y ERC", se ha resignado Romero.
El PSC dilación que el asunto del espionaje no afecte a la aprobación de la reforma de la ley de Política Filología
La portavoz ha tratado de quitar hierro a las últimas novedades sobre los seguimientos a más de medio centenar de políticos, activistas o abogados de dirigentes independentistas, desvelado por un crónica del Citizen Lab de Toronto (Canadá), recordando que no es el único caso de espionaje conocido en los últimos abriles. Asimismo ha querido cerrar filas con el Gobierno, que minutos antiguamente ha asegurado a través de su portavoz, Isabel Rodríguez, que no es responsable de estos espionajes, que no tiene nadie que ocultar y que dará las explicaciones pertinentes en el Congreso mediante la comparecencia de la ministra de Defensa, Margarita Robles.
Así, Romero ha subrayado en varias ocasiones que España es un Estado de derecho y se ha mostrado convencida de que el Gobierno de Sánchez "luchará y trabajará para vigilar qué ha pasado y para investigar los hechos y dar las explicaciones necesarias".
Romero ha abonado que en 2018 todavía saltaron a la luz unos seguimientos de los Mossos d'Esquadra a personas contrarias al secesionismo catalán que fueron descubiertos por la Equipo Provincial de Información de Barcelona de la Policía Doméstico, que interceptaron a varios agentes que intentaban destruir 36 cajas con documentación comprometida en una incineradora de Sant Adriá de Besós (Barcelona).
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