Las similitudes entre los dos sucesos no acabaron con los bienes de la arranque, sino que se están repitiendo en lo referente a la operación de demolición. Una máquina autómata dirigida por el mismo operario que trabajó tras la arranque de la calle Toledo de Madrid el enero del año pasado ha empezado a desescombrar en la planta ático del inmueble de la calle Universal Pardillas 35 que estalló el día 6 de mayo.
Así lo ha confirmado Juan Carlos Álvarez, director universal de Edificación del Junta de Madrid. Tras la semana pasada de investigación del estado de situación del inmueble y las zonas dañadas, ya han comenzado las primeras labores de desescombrado de las zonas más afectadas, entre las que están la cubierta y ático del edificio del Universal Pardillas.
"Muy afectados incluso están el núcleo de escalera y otras zonas del inmueble, así como otras partes del inmueble contiguo de la calle Ayala 78, resultó dañado de la onda expansiva y la proyección de cascotes", ha añadido.
Precisamente de ese edificio, que sí se podía pisar por los obreros, se ha apeado para certificar la estructura de la finca. De las cubiertas han recogido ya un par de contenedores, con 5 o 6 toneladas de escombros cada uno.
Seguridad
Trabajos lentos pero estables
Pero de momento, los obreros no han podido pisar interior el edificio víctima de la deflagración por seguridad. "El día ulterior al suceso solo pudimos penetrar a plantas sótanos y quebranto, que estaban todas llenas de escombros pero las estructuras no se han conocido comprometidas. En el resto solo se ha hecho una inspección visual a través del camión cesta de bomberos. Los riesgos graves para la seguridad de los operarios aconsejan que hasta no hacer el desescombrado y el apeo del resto de las estructuras que certificar la estabilidad del inmueble no se entre físicamente", ha informado el director universal.
Por ello, para acometer estos trabajos, que irán de en lo alto a debajo, se están utilizando medios robotizados porque el estado del inmueble en su estructura no se puede certificar la seguridad de los obreros. Según ha explicado el responsable municipal, el autómata se emplaza en una pequeña plataforma en una de las grúas. Desde otra de las grúas un operario a través de un sistema de cables va guiando sus maniobras.
La máquina dispone de un martillo percutor, una cizalla y minipala excavadoras, que va provocando la caída controlando de escombros de zonas en peligro de desprendimiento. Luego ese material se carga a la pala y mediante otra cabrestante se sostiene en el éter el contenedor de escombros, que luego se quebranto a la vía pública y se traslada al vertedero. Es el mismo autómata y operario que lo dirige que la arranque de la calle Toledo porque "el sistema es el mismo y él tiene experiencia en el manejo en este tipo de demoliciones", ha explicado.
Factor protegido
El torreón se libra de la demolición
El director universal ha puntualizado que no se demolerá el torreón de Universal Pardillas 35 porque es un sujeto protegido y catalogado por el Plan Universal de Colocación Urbano. Igualmente esperan persistir y consolidar los rudimentos de la figura, "al igual que el resto de plantas cuando las estructuras se vean que no han sido dañadas o pueden ser consolidadas. Solo tiraremos los que tienen daños tan severos. El resto de desescombrado podrá realizarse con medios manuales", ha indicado.
De momento, ha anotado el responsable municipal, el edificio de la calle Universal Pardillas 35 ha sido concreto en ruina física inminente parcial, pero esta situación "se irá revaluando a la modo que continúen los trabajos de desescombrado y de consolidación de la estructura que ahora queda en pie".
El desescombro irá gradual, porque se intentarán rescatar importantes enseres, que se llevarán a un dispositivo del Samur Social, que será el encargado de entregárselos a sus dueños. Por ello, ha señalado Juan Carlos Álvarez, es "complicado" conocer cuándo se va a terminar estas labores y podrán entrar en sus casas los dueños y desobstruir al paso la calle.
"Es difícil que en breve plazo tengan habitables sus viviendas los propietarios del edificio de la calle Universal Pardiñas 35, porque un tercio de las viviendas volaron textualmente. Mientras, en los inmuebles de Universal Pardiñas 33 y Ayala 78 mientras no se aseguren los trabajos de los edificios colindantes siquiera podrán retornar a sus casas", ha aseverado.
El responsable de Edificación del Junta incluso ha contado que se han colocado unos sensores de movimiento que miden los desplazamiento de rudimentos constructivos del inmueble instalados en la figura de Universal Pardillas 35, que presenta grietas de distintas trayectorias. "Y entonces se monitoriza si avanzan o no avanzan esas grietas y eso nos da una idea para acometer los trabajos de consolidación en tiempo existente", ha explicado.
Igualmente, hay que tener en cuenta la investigación abierta por la Policía Sumarial de la Policía Municipal de Madrid. "Nuestra encaje se coordina incluso con los agentes", ha indicado Fernández.
Por final, preguntado por las quejas de los vecinos afectados, el director universal ha respondido que se ha establecido un sistema de comunicación con ellos y que "todo el que se acerca a la zona de obras es atendido y están puntualmente informado". Y ha recordado que el lunes pasado recibieron a los representes vecinales y les contaron detalladamente las tareas a realizar.
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