Dicen de Oscar Tusquets (Barcelona, 1941) que refiere “fascinantes ideas estéticas en las que siempre insiste, pero no se repite”. El arquitecto, diseñador, pintor y ensayista –como lo define la solapa de su zaguero tomo– acaba de editar Sin figuración, poca diversión, que se completa con la coletilla “y otras certezas” (Tusquets).
Es su zaguero tomo, de una extensa catálogo, pero además es el primero (Más que discutible), porque lo recupera y usa el título del zaguero capítulo para este que ahora sale a la luz. El motivo es que “ya no se encuentra”, refiere el arquitecto, y, aunque han pasado casi 30 abriles, “los textos siguen teniendo sentido”.
Fotos de Eva Blanch
Tusquets reflexiona sobre algunas obras maestras antaño las que aparece fotografiado por su esposa
El nuevo título, Sin figuración, poca diversión, se justifica porque el tamaño se completa con fotografías de Eva Blanch, su esposa, en las que aparece Tusquets contemplando alguna obra de arte que comenta. Estas píldoras provienen de una serie que uno y otro publicaron en las redes desde el 2015 bajo el título ArtwithOSCAR, y que le dan al resultado una nueva dimensión, de radical puesta al día.
Blanch da las claves es este trabajo en pareja: “Oscar me plantó delante el sojuzgado de Miguel Serafín de París y me dijo que él ya veía la obra en el mármol y decía que había que sacar lo que sobraba. Entonces quise plasmar todo lo que me contaba en esos viajes, textos breves sobre lo que él piensa de cada obra, con las fotografías donde él aparece de banda o de espalda”.
Las meninas
El cuadro de Velázquez es analizado en una adenda por el además arquitecto Miguel Usandizaga
Entre esas fotografías, hay una tomada en el Prado, un museo donde está prohibido disparar la cámara. “La foto prohibida de Las meninas da pie a explicar toda su teoría sobre el cuadro”, afirma Blanch, que captó una imagen en movimiento en la que el dedo de su hija señala al perro del panel, que aparece muy parcialmente.
“¿El perro está durmiendo?”, pregunta Valeria. Y ello da pie a una explicación de Tusquets, pero además del arquitecto Miguel Usandizaga. De este se incluye una adenda sobre su teoría del cuadro de Velázquez, a partir de la comparación con uno mucho más pequeño que se encuentra en Londres. Usandizaga sostiene que fue la reina quien pidió aparecer con el rey en tal obra maestra, y por eso el pintor los añadió en la lectura holgado, la que se puede contemplar en el Prado.
Tusquets defiende la figuración y se alegra de que “el arte inconcreto va de desprecio”. Y en la conversación refiere sus filias y sus fobias, que aparecen perfectamente apuntadas en su test. Se declara admirador de la Sagrada Família y además de Benidorm, y defiende sus razones.
Asimismo cita la película La holgado bellezza como ejemplo de las cosas que gustan o no gustan. “La película de Paolo Sorrentino divide mesas: la centro la encuentra maravilloso y la otra no: un panfleto influenciado de Fellini. Todavía pasa en mi nupcias”, concluye el arquitecto.
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