El valencianismo político que bebe de la memoria de Unión Valenciana parece acaecer enemigo su hoja de ruta para asaltar el cabildo de la ciudad de Valencia. Lo Nostre y Valencia Unida han unido sus fuerzas para sumar y no dividir el mermado voto valencianista. Tomas Meliá y Vicente Gonzalez-Lizondo son sus lideres mas visibles de estas dos formaciones de corte Valencianista, autonomista, españolista y europeísta. Con propuestas modernas, adaptadas al siglo XXI, que se alejan de lo rancio y casposo del valencianismo radical, pero sin olvidar quienes somos como pueblo y cerca de dónde debe de avanzar la ciudad y la Comunitat Valenciana para mejorar en sus políticas públicas.
Tomás Meliá y Vicente Lizondo al centro saludan la creación de la nueva coalición
Tomas Meliá (Lo Nostre) es abogado en examen y Vicente Gonzalez-Lizondo (Valencia Unida) patrón. Entreambos son presidentes de sus respectivas formaciones y tienen la obligación de ser generosos, muy generosos. Con sus equipos primero y en segundo oportunidad en intentar sumar a más partidos valencianistas, todavía difuminado en 2 bloques más, Decideix y Unio-N. Es cierto que se ha innovador en la confluencia, de ser nueve opciones de voto, se ha pasado a tres, no esta mal, pero a todas luces insuficiente para la “reconquista del Cap i Casal”.
Creo que esta coalición ha empezado con buen pie, con ideas novedosas y de calado, que sin duda marcaran el nuevo camino político. Para muestra, un cogollo, acaban de difundir una campaña de captación de talento político, hecho sin precedentes en la historia política valenciana.
Antaño, era un honor y casi un privilegio estar en política, donde los hombre y mujeres que daban el paso, lo hacían porque para ellos significaba sumar una experiencia vivo única, unido a una gran gusto de servicio conocido. En las últimas dos décadas la política valenciana se ha convertido en un refugio de incompetentes sin ningún tipo de talento y orientación de servicio conocido, que elegían estar en política para servirse y no para servir. A todo ello, hay que unir la inacción meditada y a conciencia por sus partidos políticos. No hacían cero al respecto por que eran “uno de los nuestros”.
Lo Nostre y Valencia Unida, captaran talento político valenciano, pueblo a pueblo y ciudad a ciudad, ya que realizaran entrevistas personales de selección de candidatos a aquellas personas que previamente se hayan inscrito. Con dicha medida se introduce en lo político una destreza habitual en la parte privada, la búsqueda de la mejor persona posible, para desempeñar su cometido lo mejor posible, lo que se conoce por selección de personal. Hasta la data, los partidos políticos no eran transparentes a la hora de entender cómo se eligen a sus candidatos, es más, solo con estar afiliado ya era suficiente, ¡ah!, y no moverse mucho, que, si no, no sales en la foto.
Vay por delante que la palabra “casting” (así han llamado al proceso de captación de talento político) no me gusta para cero, ya que significa: proceso de selección de actores, modelos o al conjunto de actores que protagonizan una película u obra de teatro. Achaco el error a una forma de que todo el mundo lo entienda y despabilarse cierta repercusión mediática, pero espero, que, una vez conseguido el objetivo primigenio, se matice y se ponga en valía una medida tan importante como esta. La política no es una recital de operación triunfo, es mucho más serio. ¿O no?
En breve, tendrá que afrontar esta coalición política su forma de opción de candidatos en las grandes ciudades. En cualquiera de los casos, espero y deseo que la coalición opte por la opción de candidatos por sus militantes y/o simpatizantes, lo que se conoce por “primarias”. No cabria otra alternativa si se quiere establecerse el espacio perdido de contender por la dignificación de la clase política, el buen gobierno y la lucha contra la corrupción. Una opción de candidatos limpia y transparente, que no sea designada por cero ni por nadie, donde no valía quién eres, ni que cuartos tienes, si no que este en consonancia con el software electoral y con la militancia (un militante un voto, en arqueta de cristal y presencial), es un inmejorable aparición. Estaremos atentos. ¡Larga vida al valencianismo!
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