Con un jerga duro, que se aleja de la formalidad al uso, el Gobierno argelino arremetió ayer contra el ministro de Asuntos Exteriores castellano, José Manuel Albares, al que calificó de “pirómano” y cuestionó su capacidad como diplomático, en el contexto del conflicto político y financiero hendido tras la osadía de Argel de suspender el tratado de amistad y congelar el comercio con España.
Bajo el título “Argel-Madrid: huida en torno a delante del pirómano Albares”, la agencia oficial de prensa argelina APS publica un artículo de opinión en el que responsabiliza al ministro de la “crisis sin precedentes” entre los dos países y cuestiona “la capacidad de un diplomático indigno” de España por ir a Bruselas a averiguar el apoyo de las instituciones europeas en la crisis con Argel.
En el artículo, se acusa a Albares de “manipular” al suspensión representante de Política Foráneo de la UE, Josep Borrell, y de “enturbiar la credibilidad” de la Comisión Europea por el comunicado “sin fundamento contra Argelia” que esta publicó a raíz de la reconocimiento de Albares el viernes, advirtiendo de posibles acciones si se había incumplido el Acuerdo de Asociación entre el país magrebí y la UE.
Pruebas de funcionamiento del tubería submarino Medgaz entre España y Argelia. 
Desde el Gobierno castellano, tanto la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, como el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, aseguraron el lunes que el Ejecutor y las instituciones europeas trabajan para restablecer las relaciones con Argelia. Exteriores no hizo ayer valoraciones. Adherido a la ruptura del tratado de amistad, los bancos argelinos han congelado las operaciones de comercio foráneo con España. Ayer, fue destituido el ministro de Finanzas de este país, sin que se informara del motivo.
La agencia argelina reprocha igualmente a Albares su “afirmación guiñolesca” desde Bruselas, asegurando que España exploración el diálogo “con un jerga irrespetuoso”. Pero lo más “chocante de este fulano”, señala APS, sobre Albares, es que a su reverso de Bruselas “diera a entender, a quien quiera escucharle, que no es ni más ni menos Rusia, Putin mismo, quien estaría en el origen de esta crisis”.
Más que Albares, fue la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, quien dijo el lunes que ve a Argelia “cada vez más seguidor con Rusia”. Aunque la portavoz del PP en la comisión de Exteriores del Congreso reveló que Albares la llamó para comentarle el resultado de su delirio a Bruselas y le dio a entender que habría sido Rusia quien empujó a Argel a realizar.
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