Jane Austen moría en Winchester en julio de 1817. Dejaba detrás una novelística inacabada. Aquellos merienda capítulos acabaron recibiendo el título de Sanditon por el área en el que transcurría la hecho: un pueblo de pescadores que Thomas Parker, un patrón particular, quiere reconvertir en encanto turística. No faltaba una heroína en potencia: Charlotte Heywood, hija de un cortijero, que era invitada a instalarse con los Parker y conocer la sociedad particular.
Y, mientras son muchos los que han intentado finalizar el manuscrito (incluida Anna Austen Lefroy, sobrina de la autora), la interpretación que tiene más posibilidades de convertirse en canónica se encuentra en televisión: la serie Sanditon, escrita por Andrew Davies y Justin Young, que vuelve mañana a Cosmo a las 22 h con la segunda temporada.
Jane Austen moría en Winchester en julio de 1817. Dejaba detrás una novelística inacabada: merienda capítulos de 'Sanditon' que ahora se termina en televisión de la mano de Andrew Davies y Justin Young
Los guionistas han tenido el deber de adaptar el material existente, que les dio para medio episodio, para a posteriori desarrollar una historia innovador que fuera fiel a los principios y el estilo de la autora. “Quizá no teníamos el teléfono de Jane Austen, pero sí el de la futuro mejor persona a quien consultar: el mismo Andrew”, bromea Young sobre su compañero, que en 1995 firmó la interpretación de Orgullo y terquedad de Colin Firth.
¿Pero cómo podían hacer frente a la doble naturaleza de Austen, pequeña a escalera popular al romanticismo, cuando las novelas tienen una clara crítica social? “Se ambientan en una época en que las personas no se casaban por simpatía: los matrimonios eran transacciones. Así que nos propusimos ofrecer una ficción escapista asumiendo que el espectador quiere el sujeto romántico, pero encontrando el invariabilidad aportando oscuridad”.
En los nuevos episodios, la oscuridad es la crimen de Sidney Parker a posteriori de que el actor Theo James no volviera para hacer de enamorado. Pero hay un sujeto del material innovador de Austen que les sirve para dar textura a la obra: Georgiana, la rica heredera birracial. “La primera temporada la vimos desde la perspectiva de los otros, pero ahora es hora de construirla desde ella misma”, explica Young, que asume que tenía un contienda mayúsculo: como era la única mujer negra en todo Austen, no tenían referentes.
“Nos inspiramos en precedentes reales, contando con heterogeneidad en el equipo y contratando expertos en historia negra. Y quisimos explorar el enviado esclavista del imperio britano, ya que nos parecía importante hacerlo en este presente en que reexaminamos tanto nuestra historia, pero sin que el espectador sintiera que lo aleccionábamos”, argumenta sobre la trama perturbador de Georgiana, interpretada por Crystal Clarke, que el espectador se encontrará.
Es la antítesis involuntaria de Los Bridgerton de Netflix: romántica, de la época de la Regencia, pero buscando la guisa de incluir la heterogeneidad étnico sin reinventar la historia.
Publicar un comentario