La amplia tono de programas, series y películas que se ofrecen en las diferentes plataformas de streaming no podrá con un importante rival a remover: la película de la perplejidad en televisión. Correctamente sea por la propia rutina que lleva a uno a tumbarse al sofá o porque, simplemente, tener tanta proposición hace que uno se decante por ver lo que la televisión le ofrece; al final, la película de la perplejidad se queda como protagonista en muchos más hogares de los que parece.
Unas noches en las que podemos adicionalmente redescubrir pequeñas joyas del cine a las que, de otra guisa, probablemente no habríamos prestado atención. Es el caso de Noviembre (2003), que a partir de las 22:35 emite La 2, protagonizada por Óscar Jaenada y dirigida por Achero Mañas.
Noviembre (2003), de Achero Mañas.
Corría el año 2001 cuando Achero Mañas se convertía en el director revelación del momento tras los Goya de 2001 con la mítica El Hipérbole. Una película que le daría la oportunidad de rodar otro tesina que había escrito antiguamente de rodar este éxito: Noviembre, muy diferente al drama social con el que había arrasado en los premios del cine, pero con el que quiso hacer un claro homenaje al arte comprometido.
Una película que narra la historia de Alfredo, un damisela que sale de Murcia y llega a Madrid dispuesto a aventajar las pruebas de la prestigiosa escuela de artes RESAD. Ahora admisiblemente, sus planes son otros, y es que el damisela quiere crear un especie de teatro exento y hecho con el corazón, con actuaciones no convencionales, improvisadas en plena calle, para que la multitud se sienta viva. Un concepto de teatro que va más allá del círculo, con actuaciones cargadas de denuncia social, sin límites ni censuras; con espontaneidad, rebeldía y emoción. Un arte exento y sin límites que, obviamente, pronto pone en alerta a los agentes y fuerzas del orden notorio.
Noviembre (2003), de Achero Mañas.
Alfredo fue el primer papel importante para Óscar Jaenada, cuya representación fue capaz de convencer a todos los transeúntes que formaron sin querer parte del tesina, ya que se grabaron actuaciones reales con multitud de la calle. Una visión independiente y romántica que Mañas sabe aguantar a la existencia yuxtapuesto al resto del reparto, que completan Ingrid Rubio, Juan Díaz, Javier Ríos, Adriana Domínguez y Jordi Padrosa; adicionalmente de contar con veteranos de la talla de Amparo Baró o Juan Diego.
Una historia que conocemos gracias a los expresiones de los personajes, que nos hace rememorar tiempos en los que todo fue diferente y valorar cómo éramos cada uno cuando estábamos cargados de ideales y esperanzas. Una película que vehemencia a la consejo en forma de adulterado documental, un homenaje al arte y a cómo ese querer cambiar las cosas termina desapareciendo con el tiempo sin poder remediarlo.
El trampolín de Jaenada
Noviembre (2003), de Achero Mañas.
Óscar Jaenada supo interpretar a un Alfredo harto de pasión y energía que traspasaba la gran pantalla. Tanto es así que supuso su incursión en las ceremonias de premios, siendo considerado por primera vez como Mejor actor revelación en los Premios Goya y diversos premios internacionales. Una película que le abriría las puertas a una carrera llena de éxitos y reconocimientos, tras la que llegarían Camarón (2005), Cantinflas (2014) o Hernán (2019).
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