Es un punto y menos que puede ser punto final. El tiempo y las resoluciones judiciales lo dirán. Laura Borràs fue suspendida ayer de forma provisional como diputada y presidenta del Parlament de Catalunya por su situación procesal. En virtud de lo que dispone el reglamento de la Cámara, a la dirigente de Junts se le han suspendido de forma temporal los derechos deberes y funciones que tenía, a todos los pertenencias, posteriormente de que el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) dictara un automóvil para sentarla en el banquillo de los acusados para juzgarla por los presuntos delitos de prevaricación y falsedad documental.
La Mesa, sin Borràs presente, entregado el conflicto de intereses evidente, aplicó lo que dispone el artículo 25.4, que despoja a los diputados de derechos y deberes si se les abre prudencia vocal por delitos vinculados a la corrupción, como es, en este caso, el de prevaricación. Aun así, no pierde el reseña de diputada, aunque no podrá cobrar.
LV_La salida de Laura Borràs del Parlament
Borràs cargó de forma muy dura contra las otras formaciones
Los representantes de Esquerra, PSC y CUP en el víscera rector de la institución votaron a privanza de la medida y ahora la republicana Alba Vergés, exconsellera de Salut, asumirá las funciones que tenía Borràs de forma interina, mientras no haya un exención al frente de la institución o un pacto entre los socios del Govern, que en ningún caso se retraso antaño de la reverso de las recreo.
Borràs hizo ayer una última comparecencia institucional en el despacho de audiencias del Parlament –permitida por los demás grupos, aunque ya se había quedado sin funciones y derechos– en la que cargó de forma muy dura contra las otras formaciones, y llamó a los miembros de la Mesa que habían perseverante el 25.4 “jueces hipócritas” y “cómplices ejecutores” de la “supresión sucia”. Igualmente les acusó de estar “sincronizados” con la neutralidad. “Con nombres y apellidos” –una expresión que sentó especialmente mal en los otros grupos–, puntualizó la dirigente independentista, que no hará una renuncia explícita a su cargo, aunque no pueda desempeñar ninguna de las funciones que le son propias. Por consiguiente, no permitirá un exención adecuado para la segunda institución de Catalunya.
Con todo, la situación vivida ayer, descrita como desagradable por diversos actores, no afecta por ahora a la estabilidad del Govern de Pere Aragonès, aunque algunas figuras como el expresidente de la Generalitat Quim Torra, que no es militante de Junts, o el secretario de ordenamiento de JxCat, David Torrents, sin ser explícitos, exigieran ayer que hubiera consecuencias inmediatas.
Para muestra, un mando. Unas horas antaño de la suspensión, varios consellers del Ejecutor que arroparon a Borràs a mediodía en la reunión con el familia parlamentario de Junts y la ejecutiva del partido habían estado en un acto con el president, con total normalidad. Una situación que en otras circunstancias quizá no se hubiera producido. Pero en JxCat no se contempla la posibilidad de abandonarse la coalición y desde ERC aseguran que nadie se lo ha planteado en las citas periódicas de coordinación entre socios.
La dirigente de Junts pasión jueces hipócritas a ERC, CUP y PSC y Alba Vergés queda al frente del Parlament por ahora
En el Parlament, con todo, hay aún varios flecos por cerrar y los servicios de la Cámara tendrán que aclarar qué sucede por ejemplo, con el personal adscrito a la presidencia, y cuál es el ámbito de la suspensión en cada ámbito. Con todo, la institución acaba mañana el periodo de sesiones y todo eso se puede retrasarse unas semanas.
Ayer las aguas eran bravas, sobre todo posteriormente del discurso de Borràs, en el que aseguró que “no renuncia, no se dobla” y que “no han vencido”; y que “forzaba” un periodo de interinidad en presencia de lo que considera una “anomalía”. De todos modos, los republicanos confían en que esas aguas revueltas se calmen y todo vuelva a su cauce en otoño. Por ello, su portavoz, Marta Vilalta, reiteró a sus socios que no pretenden quedarse con las funciones de la presidenta del Parlament, y que esperan una propuesta para cumplir con el reparto de poder en las instituciones catalanas que rubricaron el año pasado en su pacto de tiempo.
En JxCat hay quien cree que posteriormente de las recreo se podrán topar esos escenarios, como incluso había partidarios de que Borràs, tal y como le pedían todos los grupos de la Cámara excepto el suyo, diera un paso antes. Pero la postura oficial, una vez más, es otra.
El secretario universal, Jordi Turull, volvió a cerrar filas con su presidenta y apuntó que “comparten la audacia de no dimitir de su cargo”, y por eso no propondrán a ninguna persona para sustituirla. “El problema lo han creado ellos, que lo resuelvan ellos”, sentenció en esa secante un dirigente del partido en los pasillos.
Laura Borràs comparece tras la audacia de la mesa del Parlament de suspender su cargo
En las últimas semanas habían sonado diversos nombres para el exención, como el de Anna Erra, vicepresidenta de la formación –obtuvo más votos que la presidenta en el congreso de Junts– y alcaldesa de Vic que acaba mandato en el 2023, el de Marta Madrenas, alcaldesa de Girona que siquiera repetirá el año que viene como candidata en su ciudad, o el de Aurora Madaula, miembro de la Mesa y vicepresidenta del partido, aupada por Borràs.
Vilalta, en una comparecencia posterior, recalcó que en su plan “no junto a la corrupción”. “Cada milímetro de tolerancia con las sospechas de corrupción nos debilita como colectivo. Con cada paso de permisividad con las acusaciones de mala praxis se desacredita las instituciones del país”, remarcó la diputada, que lamentó que se ponga el foco en “el ruido, el espectáculo, la discordia y los enfrentamientos”. “Días como el de hoy no nos gustan”, aseveró. Por la tarde, Aragonès, que no acudió al Parlament, remató la ocupación y dijo que “no es aceptable” mezclar un prudencia por corrupción con la lucha por la independencia.
En JxCat aseguran que no plantearán a los republicanos ningún nombre para dirigirla Cámara catalana
La CUP, en un sentido similar desvinculó la situación de Borràs de las causas políticas y destacó que este caso está relacionado con la establecimiento de los bienes públicos. “La mejor respuesta en un contexto de represión selectiva es transparencia, ejemplaridad y referencialidad. Lo que se juzga no es de naturaleza política”, zanjó Carles Riera.
A las puertas del Parlament hubo una concentración convocada por el familia de apoyo a Borràs y JxCat que congregó a más de 200 personas que silbaban y abucheaban a los miembros de ERC y la CUP y ovacionaban a los de Junts. Borràs salió a saludarlos antaño y posteriormente de la reunión de la Mesa. Pero la movilización pinchó.
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