Ni los problemas en la prisión de suministro, ni el impacto del estallido de la crisis han frenado la tendencia a la recuperación de las empresas no financieras españolas, que “ha experimentado una recuperación extraordinario”, según el referencia de la Central de Balances del Lado de España referido al primer trimestre del 2022 y publicado este viernes.
En él se constata que tanto la actividad, como los beneficios corporativos, los dividendos e incluso la rentabilidad media se elevan por encima de los niveles registrados un año antiguamente, aunque todavía la media de las empresas analizadas por el organismo todavía no ha recuperado los niveles previos a la pandemia.
Prosperidad la capacidad de repago de deuda
Los beneficios ordinarios empresariales crecieron un 62% durante los tres primeros meses del año, “lo que se tradujo en un medra de los niveles medios de rentabilidad, aunque de nuevo sin alcanzar los títulos previos a la pandemia. Esta positiva crecimiento económica conllevó una mejoría de la capacidad de repago de la deuda, con descensos de la ratio media de deuda sobre los excedentes ordinarios [resultado económico bruto (REB) más ingresos financieros], y del porcentaje de resultados ordinarios destinado, en promedio, al cuota de intereses”, explica el referencia.
Eso supone un incremento del 8,1% respecto a al primer trimestre de 2021, pero todavía está un 25,6% por debajo de los niveles previos a la pandemia. A ese impulso de los beneficios contribuyó un incremento de los ingresos financieros del 53%, a su vez alentados por un crecimiento del 74% de los dividendos recibidos por las empresas. “Si admisiblemente los intereses cobrados además aumentaron, un 30,1 % y los gastos financieros crecieron un 8 %, correcto al maduro endeudamiento y a pesar del descenso de los costes medios de la deuda viva de las empresas”, explica el Lado de España.
Todavía no supera los niveles prepandemia
Ese incremento de los beneficios está en vírgula con el incremento de la actividad con un tamaño de ventas que, en términos nominales, crecieron un 45,3% frente a los registrados en el mismo período de 2021, “crecimiento que contrasta con el descenso del 3,3% registrado un año antiguamente”, apunta el investigación. En el período además se atisba un voluble descenso de la ratio de solvencia en la mayoría de empresas y sectores, aunque en promedio, “está en niveles holgados y superiores a los de antiguamente de la pandemia”.
Los gastos de personal aumentaron un 5,9% entre enero y marzo, en términos interanuales, crecimiento que se ha conocido impulsada tanto por el incremento de las plantillas medias efectivas3 como, en pequeño medida, por el medra de las remuneraciones medias, que crecieron un 1,8%. En particular, el empleo medio efectivo avanzó en el primer trimestre de 2022 un 4,1%, frente a la caída del 2,7% de un año antiguamente. De este modo, las plantillas medias se situaron en niveles similares a los del mismo período de 2019.
El 50% de las empresas aumentó plantilla
En cuanto a la crecimiento del empleo, casi la porción, un 49,5%, incrementaron sus plantillas. Este es 14 puntos porcentuales más que en el año previo. Destaca, el crecimiento de trabajadores fijos, un 4,1%. El incremento de personal con entendimiento temporal fue de un 3,9% con intenso dinamismo en los sectores de comercio y hostelería donde el empleo creció de media un 7,1%.
En el desglose por sectores la crecimiento es heterogénea, con un claro liderazgo en la recuperación del comercio y la hostería, mientras que ramas como la energía eléctrica presentan un descenso en sus rentabilidades correcto al impacto de la crisis energética. El sector de la energía además ha conocido deteriorarse sus ratios de deuda hasta el nivel más parada en la serie trimestre desde 1994.
Grandes diferencias en márgenes
Respecto a la variación interanual de los márgenes empresariales en el primer trimestre de 2022, además se atisban grandes diferencias. Si admisiblemente la hostelería y el comercio destacaron por su dinamismo con un incremento de los niveles de rentabilidad del 9,1% y el 7,3% respectivamente. El sector energético la rentabilidad descendió un 1,%. Todo depende de la capacidad que hayan tenido de trasladar el incremento de costes a los clientes, por ejemplo en el caso energético mientras las eléctricas reducen márgenes de beneficios estos se disparan en el sector de refino ya que el petróleo subió menos que sus productos finales como gasolinas y gasóleos.
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