La caída del sistema de comunicaciones que impidió la circulación de trenes de Rodalies durante varias horas el pasado 9 de septiembre ha hecho reaccionar al adminstrador de infraestructuras ferroviarias (Adif). Aunque dos meses posteriormente de alterar la movilidad de miles de personas en hora punta sus responsables aún no han podido vigilar que sucedió exactamente aquella amanecida, han decidido tomar medidas a corto plazo para que no se vuelva a repetir.
La principal concierto pasa por la puesta en marcha de un nuevo centro de regulación y control de la circulación en la etapa de Sants que pueda ser utilizado en caso de emergencia o de incidencia en alguno de los componentes críticos de la instalación principal, ubicada en la etapa de França.
Lo cierto es que dicha infraestructura como tal ya se construyó tras una caída del sistema muy parecida en el 2015, pero nunca ha sido una alternativa válida porque no se llegó a completar la instalación del sistema de comunicaciones por razones que nadie acierta a explicar. Ahora Adif estudia la configuración del sistema para, en caso de que sea necesario, puedan derivar todas las comunicaciones al puesto de mando de respaldo en Sants.
En etapa de França, que seguirá siendo el centro de regulación principal de Adif en Catalunya, se dotarán además de un sistema de almacenamiento adicional con copias de seguridad que permitan restablecer la configuración en un tiempo beocio a las tres horas que tardaron el fatídico 9 de septiembre.
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