Uno y otro cuentan con rasgos en global, pero todavía con ciertas diferencias que complican la osadía de escoger cuál será el indicado para el suelo de una casa. Por su parte, el suelo aplastado se caracteriza por estar fabricado con diferentes capas que se amoldan a un panel de fibra de reincorporación densidad, conocido como HDF. Generalmente suelen estar constituidos por, al menos, una capa protectora, otra de diseño y una última que se encarga de equilibrar la superficie.
En cambio, el suelo vinílico consiste en un revestimiento plástico fabricado a partir de policloruro de vinilo o PVC, del que adquiere su nombre. Al igual que sucede con los suelos laminados, estos se dividen en varias capas. Sin retención, en las características de un material y otro es donde residen la longevo parte de las características que los separan.
¿En qué se diferencia el suelo aplastado del vinílico?
Los suelos laminados y los vinílicos son muy parecidos y coinciden en varios de sus rasgos principales. Sin retención, difieren en algunos aspectos y esto puede ser lo que equilibre la peso alrededor de uno u otro.
1
Material. Lo primero en lo que se distancian es acerca de cómo están compuestos. En el caso del suelo aplastado, se emplea el HDF o fibra de reincorporación densidad; mientras que para los vinílicos se recurre al PVC.
2
Instalación y mantenimiento. En los dos casos, estas tareas son fáciles y rápidas, se tráfico de unas de sus principales ventajas frente a otros suelos. Aunque junto a destacar que, conveniente a la longevo tendencia a la dilatación de la madera, los suelos laminados requerirán de particular atención en las juntas de dilatación mientras se instalan. Exigirán un poco más de espacio.
3
Resistor al agua. Los suelos vinílicos son resistentes a la humedad, por lo que se pueden gastar sin problemas en cocinas y baños. En el caso de los suelos laminados, no todos, exclusivamente aquellos que cuenten con una capa específica para esta encaje.
4
Compatibilidad con suelo emisor. Los dos pueden instalarse sobre un suelo emisor, aunque el suelo vinílico es más recomendable conveniente a que conduce mejor el calor.
5
Insonorización. El suelo vinílico ofrece mejores resultados en este aspecto, al ser más silencioso. Pero esto todavía se puede conseguir en el caso de que el suelo aplastado cuente con una capa destinada a este fin.
6
Resistor a los arañazos. Los suelos laminados presentan una longevo fortaleza en presencia de rayones y rozaduras, especialmente debidas al uso diario.
7
Ecología. Los suelos vinílicos pierden la batalla frente a los laminados, ya que estos se corresponden con un material renovable y, por consiguiente, más respetuoso con el medio bullicio. Por otra parte, en su fabricación todavía se requiere un beocio consumo de energía.
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