La cisterna del inodoro no se llena: ¿qué hago?

Todo va adecuadamente hasta que la cisterna del inodoro parece levantarse cuando empieza a emitir un ruido constante y tan amargo como preocupante. Y lo peor de todo, el taza ya no se puede usar porque no hay agua con la que deshacerse de los desechos: el tanque no se está llenando. Todo esto indica que la cisterna no está funcionando como es conveniente, unas de las averías en el baño más comunes adyacente con los atascos del inodoro. Por suerte, la posibilidad es más sencilla de lo que pueda uno imaginarse. Tan solo bastará con ser un poco habilidoso como para evitar hacer una señal al fontanero.

Lo primero que se debe tener en cuenta es cómo funciona la cisterna del inodoro y cuáles son sus partes. Por un costado, el descargador, es afirmar, el tallo o la palanca con la que se activa el sistema de descarga y de entrada de agua al inodoro. Mientras que, en el interior de la cisterna, a la que se accede retirando la tapa, se encuentran la válvula de llenado y la señal. Ahora que esto queda aclarado, llega el momento de vigilar cómo solucionar este pequeño percance doméstico.







¿Cómo arreglar la cisterna del inodoro cuando no se llena?

Cuando la cisterna del inodoro no se llena se puede deber a varias razones, por lo que habrá que ir descartando. Una de ellas es que el flotador no esté haciendo su trabajo correctamente, es afirmar, no está subiendo como debería. Esto provoca que la válvula de entrada de agua se clausura demasiado pronto porque considera que ya está suficientemente saciado, cuando no es así. Un motivo puede ser que esté mal colocado, tan solo habrá que moverlo con destino a su posición correcta y dispuesto. De lo contrario, puede que se deba a que la estructura del flotador y su unión a la válvula no estén en buen estado, por ejemplo, que se haya deformado. Por lo que habría que cambiar la cámara por otra nueva.

Si no es así, la próximo opción más frecuente tiene que ver con la válvula. Si está rota, igualmente se deberá reemplazar. Mientras que, si simplemente está aflojada, bastará con ajustarla de nuevo. Otro de los fallos más comunes tiene que ver con el descargador y, aunque pueda parecer demasiado sencillo, con que la tapa del tanque de la cisterna no esté adecuadamente colocada. O que sea la varilla del descargador lo que se encuentre mal situada.







¿En qué casos hay que citar al fontanero?

Desafortunadamente, el problema no siempre resulta tan ligera de solucionar y no queda más remedio que solicitar la ayuda de un profesional. Esto es habitual en casos en los que alguna cámara del mecanismo de entrada esté estropeada o cuando las juntas son las que presentan el problema. Y, sobre todo, si lo que sucede es que existe una fuga de agua por la parte inferior.

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