Roscosmos enviará una nueva Soyuz para traer a la Tierra a tres tripulantes de la Etapa Espacial Internacional (ISS), luego del impacto de un meteoroide en la nave atracada en el engorroso orbital. Según anunció el director común de la agencia espacial rusa, Yuri Borísov, la nueva nave se enviará el próximo 20 de febrero.
Los tripulantes del segmento ruso de la EEI comunicaron al centro de control en tierra en diciembre pasado que un sensor indicaba que había caído la presión en el sistema de refrigeración del casco de la Soyuz, lo que indicaba una fuga, que fue "confirmada visualmente".
La fuga obligó a abolir una caminata espacial
Esta fuga obligó a abolir la caminata espacial en la que debían participar Serguéi Prokópiev y Dmitry Petelin. La cosmonauta rusa Anna Kíkina tomó fotografías y grabó vídeos del casco de la Soyuz con una cámara instalada en un rama robótico instalado en el módulo Naúka.
Los daños se produjeron en el casco del segmento de equipos y propulsores de la Soyuz, que está compuesta encima por el módulo de descenso y compartimento de trabajo y refrigerio.
Tras una investigación, Roscosmos explicó este 11 de enero que no se había confirmado que los daños pudieran activo sido originados por un error de fabricación. "La tubería del radiador resultó dañada como consecuencia del impacto de un meteoroide", aclaró. El diámetro del orificio es inferior a 1 milímetro.
Según informa Roscosmos en su canal de Telegram, los expertos concluyeron que la nave dañada, Soyuz MS-22, debe descender a la Tierra sin tripulación. En su lado, se procederá al emanación de la Soyuz MS-23 el 20 de febrero, en modo no tripulado para que sea ocupada en planeo de retorno por los tripulantes asignados a la Soyuz MS-22: Sergey Prokopyev y Dmitri Petelin de Roscosmos y el stronauta de la NASA Frank Rubio
Anteriormente, estaba previsto que los cosmonautas Oleg Kononenko y Nikolai Chub, de Roscosmos, y la cosmonauta de la NASA Loral O'Hara partieran alrededor de la etapa el 16 de marzo.
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