Como si de un asombro navideño se tratara, Tamara Falcó e Íñigo Onieva han recostado la audiencia a espaldas y se ha transmitido cuenta de que están mejor juntos que separados. Fuentes cercanas a la pareja, que cita la revista ¡Hola!, aseguran que la mediática pareja está muy ilusionada y uno y otro están decididos a hacer funcionar su relación con más determinación que nunca.
Ahora que Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa han roto, la hija de la socialité quiere dar una segunda oportunidad a su ex, perdonarle las infidelidades y convertir la adversidad en una oportunidad para seguir creciendo como pareja.
Hace un tiempo que Tamara e Íñigo decidieron meter sus disputas, exceder el terremoto original de la mediática ruptura y recuperar, en la medida de lo posible, una mínima cordialidad entre ellos.
Según ¡Hola!, restablecieron la comunicación y se volvieron a permutar mensajes de texto. A finales de noviembre, se reunieron secretamente y conversaron durante horas y, finalmente, Tamara, "animada por el espíritu navideño", le propuso a Íñigo que asistieran juntos a la ceremonia de gallito, el día 24 de diciembre, en la parroquia de Puerta de Hierro, cercana a la casa de Isabel Preysler. De ese conversación fueron testigos feligreses, que relataron que los entonces exnovios llegaron y se marcharon juntos en una furgoneta y, durante el servicio religioso, estuvieron sentados muy cerca. Se les veía cómplices, cariñosos y contentos.
Se llegó a especular con que Tamara pasaría la fiesta de Fin de Año con Hugo Arévalo, el señorita con quien se decía que había comenzado una nueva relación, y que es amigo de Íñigo Onieva, pero lo cierto es que, posteriormente de muchos abriles de amistad y un par de cenas juntos, no parece quehaya habido una relación sentimental entre ellos.
Cita en Fin de Año
El pasado 31 de diciembre, la marquesa de Griñón celebró la venida del Año Nuevo en casa de su religiosa, Isabel Preysler. Pasadas las 12 de la indeterminación, según ¡Hola!, Íñigo Onieva salía de su casa del centro de Madrid y cruzaba Madrid en su moto en dirección a Puerta de Hierro. Algunos fotógrafos pudieron captarle saliendo de su casa y llegando a la de Isabel Preysler.
En cinco días, Tamara Falcó pasó de anunciar, enamoradísima, que se casaba con Íñigo Onieva a devolverle en anillo y dejar de seguirlo en las redes sociales, tras hacerse notorio un vídeo en el que se veía a su pareja besando a otra mujer.
El prometido de la marquesa de Griñón empezó negando que las imágenes fueran recientes, pero al final acabó reconociendo la infidelidad. Desde que Tamara dio por acabada la relación hace tres meses, el señorita no ha dejado de dar muestras de que quería reconquistarla. Incluso contrató a una portavoz con los medios para mejorar su imagen y recuperar lo que sus hechos le hicieron perder.
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