El exministro de Exteriores de Chipre, Nikos Christodoulides, que salió vencedor en la primera revés de las elecciones presidenciales del 5 de febrero con un 32 por ciento de los votos, se tendrá que enredar al diplomático Andreas Mavroyiannis, que quedó en segundo circunscripción con poco menos del 30 por ciento, en la segunda revés que se disputará el 12 de febrero. El campeón sucederá al presidente conservador saliente Nicos Anastasiades, quien ha estado al frente de la isla mediterránea durante una término.
Los dos candidatos son independientes. Christodoulides se presenta con el apoyo del partido de derechas Agrupación Democrática (DISY), hasta ahora en el gobierno, mientras que Mavroyiannis lo hace con el apoyo del partido AKEL, de raíz comunista. La campaña -marcada por la inmigración y por la crisis resultada de la inflación- la ha dominado Christodoulides, líder de las encuestas que se ha erigido como el candidato que va más allá de las diferencias ideológicas y que puede unir a un electorado fracturado. “Es la primera vez que un candidato independiente como es Christodoulides logra aglutinar a toda la derecha”, declara Umut Özkirimli, investigador en el Institut Barcelona d'Estudis Internacionals y en el Centro de Asuntos Internacionales de Barcelona. Por su costado, Mavroyiannis desafió a las encuestas atrayendo el electorado descontento con una término de gobierno de Anastasiades, especialmente simpatizantes de AKEL.
Por su costado, Mavroyiannis, que fue el principal negociador en las conversaciones de paz con los turcochipriotas bajo el gobierno del saliente Nicos Anastasiades, desafió a las encuestas -que le situaban en tercer lugar- atrayendo el electorado descontento con una término de gobierno de Anastasiades, especialmente simpatizantes de AKEL.
Quien se ha quedado fuera para la segunda revés es el líder y candidato de DISY, Averof Neofytou. Ni su sólida carrera como fogueado de la política chipriota ni su supuesta mano dura para afrontar la inestabilidad económica no bastaron para enmendar los errores de la establecimiento saliente, que se ha gastado comprometida por denuncias de corrupción y por el controvertido software de “Visa Dorada”, que otorgaba un pasaporte chipriota -y europeo- a los extranjeros a cambio de la inversión de un millón de euros. Miles de extranjeros -especialmente rusos- recibieron la ciudadanía chipriota de esta modo, ayer de que se suspendiera el software en el 2020, y muchos estuvieron involucrados en casos de lavado de billete
Retos presidenciales
El futuro presidente tendrá que enfrentarse los problemas financieros, mandar el aumento de la inmigración y suprimir una imagen manchada por escándalos de corrupción
De el candidato que gane los comicios del domingo dependerá el rumbo que tome el país más al este de la Unión Europea, los próximos cinco abriles. Adicionalmente de enfrentarse los crecientes problemas financieros, el futuro presidente tendrá que liderar Chipre en un entorno geopolítico en cambio, mandar el aumento de la migración y suprimir la imagen doméstico manchada por escándalos de corrupción. Pero sobre todo, de ello dependerá la posibilidad de retomar las conversaciones de reunificación de la isla, que se encuentran en punto muerto desde el posterior intento impulsado por la ONU el 2004, cuando en el ámbito del llamado Plan Annan, se celebró un referéndum sobre la normalización.
“Los dos candidatos estuvieron implicados de alguna modo en las negociaciones, pero tienen claramente visiones distintas sobre cómo afrontar el tema”, declara la politóloga y analista chipriota Andromachi Sophocleous. Mientras que Mavroyiannis, mediador de Anastasiades en la última ronda de negociaciones con los turcochipriotas, prometió sobrevenir página durante la campaña y aseguró su intención de retomar las negociaciones dónde se dejaron en Crans Montana (Suiza), Christodoulides es conocido por apoyar una itinerario más estricta con respecto a las conversaciones para la reunificación. “Christodoulides rechaza la propuesta de hacer una Asociación bicomunal, y quiere aparecer las negociaciones desde cero”.
Enfrentamiento doméstico
La isla de Chipre está dividida desde 1974 con turcochipriotas en el finalidad y grecochipriotas en el sur
La isla de Chipre se encuentra dividida entre turco-chipriotas en el finalidad y greco-chipriotas en el sur desde 1974, cuando las tropas turcas invadieron el finalidad de la isla, en respuesta al cachete de estado respaldado por Grecia. Ankara no reconoce a la República de Chipre, que es estado miembro de la UE desde el 2004 y reconocida internacionalmente como la única autoridad soberana sobre toda la isla. Varios intentos de encontrar un acuerdo de compromiso a lo dispendioso de los abriles han fracasado. La última ronda de negociaciones se celebró en 2017 en Crans-Montana y concluyó sin acuerdos, a pesar de la intervención personal del secretario normal de la ONU, António Guterres, por disputas en cuestiones espinosas como la retirada de las tropas turcas de la isla mediterránea.
“Nunca habrá reunificación”, sentencia Özkirimli, que argumenta que Erdogan nunca se permitiría perder el control del finalidad de la isla. Y añade que, igualmente, la República de Chipre ya no tiene alicientes para unificarse con sus vecinos -más pobres- del sur: “la UE cometió el error de ofrecer a Chipre la oportunidad de entrar en la UE sin la condición de ayer reunificar la isla”, declara. Sophocleous comparte su consejo con un tono sutilmente más animoso: “La reunificación es objetivamente muy difícil. Hace desliz mucha voluntad política por parte de Turquía y de la comunidad internacional, pero igualmente de la ciudadanía de Chipre, que ha sido dividida por infracción de los discursos políticos”.
La inmigración igualmente ha jugado un papel importante durante la campaña, y es que Chipre es el segundo país de la UE con más solicitantes de hospicio per cápita: “La mayoría de migrantes provienen del finalidad, cosa que incita la retórica de extrema derecha según la cual los turcochipriotas del finalidad querrían cambiar la estructura demográfica de la isla”, lamenta Sophocleous, que igualmente advierte de la normalización de la extrema derecha y de sus discursos durante la campaña electoral.
Nicosia es hoy la única hacienda europea dividida. En medio se encuentra la “buffer zone”, una zona desmilitarizada controlada por Naciones Unidas. Los comicios del domingo van a ser determinantes para el futuro de Chipre, pero igualmente habrá que tomar en consideración la coyuntura internacional, con las elecciones en Turquía en el horizonte, para prever qué rumbo tomará la isla mediterránea.
Publicar un comentario