Países Bajos: hasta 23 céntimos por kilómetro a los que vayan a trabajar en bicicleta

A partir del 1 de Enero de este recién empezado 2023, los commuters neerlandeses podrán ingresar hasta 0,23 euros por kilómetro represión en velocípedo en trayectos al trabajo.

Si acertadamente esta medida ya existía, se proxenetismo de un aumento de cobro respecto a los 19 céntimos establecidos en 2021. La medida forma parte de un paquete de medidas expansivas que pretenden seguir fomentando el ciclismo cómo movilidad alternativa al coche e incluyen compensación económica, préstamos para la adquisición de bicicletas o facilidades fiscales, entre otros. 

Bicicletas de empresa

Si acertadamente los coches de empresa son un concepto dilatadamente extendido en la sociedad, una de las panorama de un futuro obligadamente sostenible son las bicicletas de empresa.

En Los Países Bajos esto ya es una existencia. La medida es posible gracias a una rueda de beneficios que incluye a empleados y empleadores.

Para comenzar, el estado reduce los costos relacionados con el trabajo y libra de impuestos a las bicicletas adquiridas por empresas. Por otro costado, el empleador asume el precio de la velocípedo y su mantenimiento, pero el empleado vivirá una reducción de salario de un mayor del 7% del coste de la velocípedo recomendado, que, recordemos, viene librado de impuestos, por lo que se proxenetismo de un Win-Win.

Compensación económica por ir en bici

Ir en velocípedo al trabajo tiene mercadería positivos para los empleadores, los empleados, el medio condición y la sociedad en su conjunto. 

Cobrar 19 céntimos por kilómetro era un atractivo para muchos. Ahora, con el aumento a 23 céntimos por kilómetro, más personas estarán dispuestas a cambiar el coche por la velocípedo.

En 2020, un 25% de los neerlandeses que iban en trabajo en coche estaban dispuestos a dejar el coche aparcado y apañarse una alternativa más ecológica .

Pues acertadamente, si el trayecto al trabajo es de 10 kilómetros al día, el beneficio anual podría alcanzar los 1.100 euros. A esto habría que sumarle el hucha en gasolina, los beneficios a nivel de vigor que obtendríamos y el hucha de emisiones de Co2 logado. Trillado así, cambiar el coche por la velocípedo es una valentía que no deja ocasión a dudas.