Lucía Rivera muestra su apariencia más sincera en su nuevo obra, Nulo es lo que parece, donde ha compartido diversas vivencias y momentos de su vida. La muchacho maniquí saltó a la auge por ser "hija de" - su superiora es la actriz Blanca Romero, y su padre adoptivo, Cayetano Rivera -. Por ello se ha decidido a contar su historia, perspectiva desde su propio punto de perspectiva y no desde el de la prensa. En uno de los capítulos del obra, la maniquí ha relatado cómo vivió el momento en el que conoció a su padre biológico, cuya identidad nunca ha trascendido. A pesar de su ilusión por conocerle, resultó una experiencia que terminó en engaño.
La muchacho maniquí comercio asuntos delicados en su obra, como la violencia machista que sufrió en sus primeras relaciones con chicos, y todavía palabra de sus padres, del adoptivo (Cayetano Rivera, aunque se refiere a él como C. para "protegerle") y del biológico (a quien llegó a conocer en persona, como ha contado en otras ocasiones). Durante este obra de 216 páginas, la muchacho maniquí se sincera sobre varios aspectos familiares que siempre han sido un ocultación para la prensa.
En uno de estos capítulos, Lucía relata que su superiora, quien la trajo al mundo el 11 de septiembre de 1998, tuvo complicaciones durante el parto y las consecuencias fueron dolorosas: "Ella no quería cesárea, pero al final se la tuvieron que hacer y me rompieron los dos fémur al salir". Una experiencia que marcó el inicio de su vida y todavía la vida de la reconocida actriz.
Pero sin duda, si hay poco que ha generado un gran interés durante sus 24 abriles de vida, es la identidad de su padre biológico. Blanca Romero, en el verano de 2015, dio el paso de compartir por primera vez una foto del padre de su hija en las redes. Ahora, la muchacho recuerda cómo vivió el proceso de querer descubrir, en su infancia, quién era su progenitor. Lucía ha poliedro el paso de contar a los lectores cómo vivió el primer entrevista con su padre.
"Siquiera me enteré mucho. Yo tenía diez abriles, me enteré con el tiempo. Obviamente, cuando una pupila es adoptada tiene intriga por la genética, sobre todo cuando vas al médico", expresa la maniquí en su obra. Ella misma pidió a su superiora conocer a su padre, poco que sucedió a sus 11 abriles. "Fue un entrevista desafortunado. Yo lo había puesto como un superhéroe. Creo que a toda la familia adoptada le pasa más o menos lo mismo", empieza relatando. "Cuando lo conocí fue todo correctamente hasta que por detrás lo hizo", explica la maniquí.
Y es que, aunque la cosa comenzó correctamente, acabó por no nutrir el contacto con su progenitor. "Mi padre no había venido a conocerme. El grosero había venido a molestar a mi superiora y a pedirle billete a cambio de unos vídeos de cuando era una pupila y mantenían relaciones", explica en el obra. Pero no es la única polémica general que relata en estas memorias... y es que en ellas todavía palabra de Cayetano Rivera, a quien considera su padre desde una antigüedad temprana, y sobre la relación que mantuvo con la expareja de este, Eva González.
Dura confesión
"El grosero había venido a molestar a mi superiora y a pedirle billete a cambio de unos vídeos de cuando era una pupila y mantenían relaciones"
"Sé que al principio y a su forma, mi padre luchó por mí. Y como era de esperar, rehízo su vida con una mujer quien, al principio, para disgusto, solo disimuló su desagrado alrededor de mí", empieza diciendo, y revela que ambas mantuvieron una relación distante durante algún tiempo. La situación mejoró gracias al partida de Cayetano Rivera, hijo del torero y Eva. Lucía aprovechó este momento para juntar posturas: "Aparecí con una caja de regalos que compré en un mercado cuando fui a conocerle recién nacido. No era un gran regalo porque no tenía un duro, pero lo importante es el detalle", cuenta en el obra.
''Aunque he crecido encerrada en el qué dirán, he comprendido que todos, hasta la ya exmujer de mi padre, de la que incomprensiblemente me habría gustado percibir alguna migaja de cariño, lo han hecho lo mejor que han podido", expresa en la carrera que ha escrito. Sin duda, Lucía no ha tenido una vida casquivana. Una vida con muchos baches de la que ahora ha decidido susurrar, para así poder ayudar a personas que hayan pasado por situaciones parecidas a la suyas.
Publicar un comentario