Tres personas habrían fallecido en la mina de potasa de Cabanasses, en el municipio de Súria (Barcelona), a causa de un desprendimiento este jueves por la mañana. Los trabajadores, geólogos de la empresa Iberpotash, se vieron sorprendidos en el interior de las galerías, a 900 metros de profundidad. Los Bombers de la Generalitat confirmaron a la agencia ACN las tres muertes tras terminar atrapados.
El aviso a los Bombers se produjo poco antiguamente de las nueve y rápidamente se activaron merienda dotaciones, que incluyeron a miembros del Congregación de Actuaciones Especiales (GRAE) y un helicóptero medicalizado, para tratar en un primer momento de rescatar a los afectados. Igualmente acudieron los Mossos d'Esquadra y dos unidades terrestres del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM), adicionalmente de un equipo de psicólogos en presencia de la pesadez del percance.
La prioridad para los efectivos desplegados es ahora rescatar los cuerpos de las víctimas, tal como ha explicado la portavoz de los Mossos d'Esquadra, Monterrat Escudé. "Las familias están sufriendo momentos de angustia brutales". Las labores se prevén complejas dada la inestabilidad de la zona. En la ahora, se paciencia que el equipo de rescate de la mina y los bomberos aseguren el ámbito donde ocurrió el percance, de modo que la provisión de la mecanismo del subsuelo pueda penetrar y admitir a extremidad la inspección visor. Por otro costado, además se ha rajado una investigación para descubrir las circunstancias de este percance.
Dos de los fallecidos eran estudiantes de máster en la Escola Politècnica Superior d'Enginyeria de Manresa
En una comparecencia en presencia de los medios, el conseller d'Interior de la Generalitat de Catalunya, Joan Ignasi Elena, ha señalado que aún no se ha podido penetrar al división del siniestro, por lo que no se puede afirmar con rotundidad la homicidio de los trabajadores, aunque "tememos lo peor". "Los equipos de rescate están trabajando para apuntalar la zona, aún es pronto para sacar conclusiones de las causas", ha espetado.
Por su parte, el conseller d'Empresa i Treball, Roger Torent, ha recordado que su conselleria es la encargada de los controles y la mandato de minas y que el control "era revista". Por ello, ha recordado que la subdirección común de minas había realizado una inspección en las instalaciones accidentadas "hace tres semanas" y que esta se cerró "sin la transigencia de algún expediente". "Las conclusiones de la investigación se trasladarán al chancillería que corresponda y se abrirá la correspondiente vía administrativa, aunque aún es muy pronto", ha reiterado.
Este es el segundo percance en Súria en 10 abriles
De las tres víctimasen la instalación situada en la comarca del Bages, dos eran estudiantes de la Escola Politècnica Superior d'Enginyeria de Manresa (EPSEM), dependiente de la Universitat Politècnica de Catalunya, donde cursaban un máster. Hacían prospecciones en el interior de la mina para seguir avanzando. Los fallecidos tenían 28 abriles, 29 y una vida parecida sin especificar.
Es el segundo percance funesto en Súria en los últimos abriles. En el 2013 dos trabajadores de 49 y 37 abriles murieron al desprenderse el techo de la museo mientras realizaban tareas de mantenimiento en una máquina de linaje.
Iberpotash es la responsable de la linaje, el tratamiento y la comercialización de sales potásicas en dos minas del Bages, la de Cabanasses y la otra en el municipio de Balsareny (mina de Vilafruns), donde solo se hace mantenimiento. En esta última, en el año 2020, además perdieron la vida dos trabajadores en tres semanas.
Iberpotash forma parte de ICL Iberia, filial del agrupación ICL, con oficinas centrales en Israel. La empresa ha decidido suspender hoy la actividad en las dos minas. Hace menos de un año, ICL Iberia llevó a extremidad un simulacro de abandono en la misma mina accidentada para promover la seguridad en las instalaciones mineras, una campaña compartida en las redes sociales.
En Súria se concentra todo el crecimiento industrial de la empresa, con la construcción y puesta en marcha de una planta de cristalización, una de flotación y otra de compactado de potasa que se han añadido en los últimos abriles en la planta. Trabajan entre 800 y 900 personas y se calcula que en turno de esta mañana habría entre 200 y 300 empleados. "Las medidas de seguridad no son las que tienen que ser", protestan los sindicatos.
La técnica usada, la de bulonaje, consiste en anclajes metálicos y una malla además metálica para soportar el techo. Este trabajo está llevado a extremidad por empresas subcontratadas, poco que rechazan desde hace tiempo los sindicatos.
"Las medidas de seguridad no son las que tienen que ser", señalan los sindicatos
Expertos consultados por La Vanguardia explican que, a diferencia de las minas de sal, las de potasa son menos compactas al mezclarse con el comedón. Por consiguiente, necesitan estar más reforzadas con tal de evitar desprendimientos. El protocolo en estos casos indica que cuando los técnicos descubren alguna incidencia en la mina, deben retroceder hasta donde hay un punto telefónico y avisar al extranjero, siempre sin salir del coche.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, lamentó durante la sesión de control en el Parlament la pérdida de los tres trabajadores y expresó el "apoyo" a las familias. "Estamos trabajando desde los servicios de emergencias dando apoyo a los servicios de la propia empresa, que además están actuando en este trágico percance".
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