Cómo evitar que la IA agrave las desigualdades

Luego de que los países postcoloniales del llamado sur integral alcanzaran la independencia en la segunda fracción del siglo XX, las corporaciones multinacionales extranjeras continuaron dominando las economías de estas naciones mediante la procedencia de sus posibles, seguida de la reventa de los productos terminados a estas mismas naciones africanas. Es sostener que la descolonización no supuso independencia económica para estos países sino más aceptablemente todo lo contrario, pues provocó que los países postcoloniales se sumieran en una situación económica y política más dependiente que nunca. Es lo que conocemos con el nombre de neocolonialismo.

El neocolonialismo no sólo sigue vivo, sino que se ha incrementado conveniente a la digitalización, en particular con la inteligencia sintético (IA). Efectivamente, las actuales grandes corporaciones tecnológicas globales como Facebook, Amazon y Google generan una dependencia casi absoluta de sus productos e infraestructuras de Internet, lo cual hace difícil que el sur integral decida su propio futuro. 

La inteligencia artificial tiene cada vez un papel más relevante en la música

La inteligencia sintético tiene cada vez un papel más relevante en la música

Alberto Barbieri / iStockphoto

Como muy aceptablemente señala Sabelo Mhlambi, del “Centro Berkman Klein para Internet y Sociedad” de Harvard, el principal problema es que la IA, desarrollada casi exclusivamente por estas grandes corporaciones, se base en visiones no occidentales del mundo.

Facebook, Amazon y Google dificultan que el sur integral pueda arriesgarse su propio futuro

En respuesta al creciente poder de los monopolios tecnológicos, ha surgido un movimiento para descolonizar la IA en el Sur integral. Sabelo Mhlambi (y otros expertos en IA, ciencias sociales y derechos humanos) han impulsado recientemente el Decolonial AI Manyfesto, una manifiesto destinada a discernir una amplia tono de ideas para ir más allá de los sesgos occidentales y permitir a los países históricamente marginados arriesgarse y construir un futuro socio-técnico digno a medida que avanzamos en torno a la era algorítmica.

Pero, ¿qué significa descolonizar la IA? Los sistemas de inteligencia sintético no se construyen ni se despliegan por sí mismos. Son el resultado de un conjunto de decisiones tomadas por personas, desde los expertos en IA que identifican los problemas a resolver y desarrollan los algoritmos, hasta los inversores que deciden qué aplicaciones financiar y quiénes las van a desplegar y cómo. 

La creencia de que la IA toma decisiones racionales y correctas es errónea y peligrosa

Si estas capacidades para crear y desplegar la IA se concentran en expertos e inversores con una visión occidental del mundo, entonces sus decisiones estarán sesgadas pues no tendrán en cuenta las deyección, preferencias y objetivos de millones de personas de otras naciones y culturas que, sin confiscación, se verán afectadas por el resonancia integral de los monopolios tecnológicos. Esto es esencialmente neocolonialismo crematístico. Por lo tanto, cuando hablamos de descolonizar la IA nos referimos a descolonizar todo el proceso: desde arriesgarse los problemas a resolver hasta arriesgarse cuáles financiar y desplegar.

El poder de la IA radica en la creencia, errónea, de que la IA toma decisiones racionales y correctas. Poliedro que la IA se puede implementar a gran escalera para automatizar la toma de decisiones, y legado que la mayoría de la gentío parece fiarse acríticamente en las decisiones que delegamos en las máquinas, acabamos dando, estúpidamente, mucho poder a la IA.

Damos estúpidamente mucho poder a la IA y de este modo nos libramos de responsabilidades

Históricamente, las personas hemos confiado en fuentes supuestamente poseedoras de la "verdad": desde los oráculos griegos hasta las religiones. La religión era, y a menudo todavía es, una forma de testimoniar apropiarse de los posibles de los demás apelando a la voluntad de Jehová. Y hoy, la inteligencia sintético, con sus supuestas decisiones “correctas y racionales”, juega el papel de un Jehová envuelto en racionalidad.

Efectivamente, si suponemos que la IA toma siempre la valor correcta y deducción, entonces podemos, por ejemplo, utilizarla como excusa de las decisiones de contratar o no contratar a cierto para un trabajo, de conceder o impedir un préstamo, de encerrar o liberar a un destacado o, incluso, en el caso de armas letales autónomas, de matar o no a cierto. Damos ese inmenso poder al sistema y, de paso, nos libramos de responsabilidades. Con la excusa de ese poder, ahora incluso nos basamos cada vez más en la inteligencia sintético para testimoniar el neocolonialismo crematístico.

Los sistemas de IA son el resultado de un conjunto de decisiones tomadas por personas

Felizmente, en América Latina y África han surgido iniciativas en contra de esta colonización de la IA. En América Latina “Tierra Popular” es un importante centro de encuentros sobre la descolonización de datos con el objetivo de reunir posibles y promover activistas y pensadores para incidir en el cambio. 

En África hay un liga llamado “Masakhane” que se ha fijado el objetivo de descolonizar no sólo la IA sino la ciencia en universal. Su objetivo es crear productos hechos por africanos y para africanos, en ocasión de esperar a que las grandes corporaciones tecnológicas los creen para ellos. Por ejemplo, están trabajando en el ampliación de capacidades de procesamiento del verbo natural en múltiples lenguas minoritarias de África uruguayo. 

El liga africano Masakhane se ha fijado el objetivo de descolonizar no solo la IA sino la ciencia en universal

Algunas universidades occidentales incluso se están incorporando a este movimiento para descolonizar la IA ofreciendo becas, organizando talleres y debates. El objetivo de la descolonización es, pues, alejarse de los sesgos occidentales adoptando una visión más realista del mundo que incluya aquellas preocupaciones que los países del Sur integral consideran relevantes e importantes.

La colonización nunca ha sido una cuestión de raza o dominación per se. La cuestión principal la tenemos en el conocido eslogan de la campaña electoral de Bill Clinton: "Es la finanzas, estúpido". Se trataba de seguir nutriendo a un capitalismo insaciable. El racismo surgió para testimoniar la codicia económica cuando los colonizadores vieron la oportunidad de capitalizar los posibles extraídos del continente africano. 

La IA, con sus supuestas decisiones  correctas, juega el papel de un Jehová envuelto en racionalidad

Las grandes corporaciones tecnológicas globales están impulsadas incluso por la codicia de obtener más y más beneficios en un mundo dominado por la claramente insostenible finanzas del crecimiento. Estas corporaciones tienen demasiada influencia en la sociedad y no son responsables en presencia de nadie. Y, con su poder, influencian la forma en que todos vemos y experimentamos el mundo, sobre todo cuando lo experimentamos digitalmente. Para evitarlo es necesario adoptar una visión descolonizadora, es sostener, la idea de que podemos hacer Inteligencias Artificiales basadas en visiones diferentes del mundo, tal y como se expresa en el Decolonial AI Manyfesto.

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