Las plantas aromáticas aportan mucho a nuestra dieta, porque sus beneficios y propiedades medicinales son muchas y están respaldados por la ciencia. Su uso está cada vez más extendido en nuestra civilización, plantas decorativas y aromática que sirven como condimento a nuestros platos, a los que aportan potencia y sabor, y que todavía se pueden utilizar como remedios naturales para aliviar algunas dolencias.
Las hierbas aromáticas son aquellas cuyos principios activos están constituidos, total o parcialmente, por esencias. Se utilizan como condimentos por sus características organolépticas: sabor, olor, textura, color o temperatura, por lo que aportan a los alimentos o bebidas sabores o aromas y los mejoran notablemente. Encima, estas hierbas aromáticas han sido utilizadas desde tiempos muy lejanos para alertar y tratar numerosas afecciones.
Usos caseros
El romero es un repelente natural de insectos, al igual que la albahaca, que adicionalmente ayuda con los dolores reumáticos. La menta tiene propiedades expectorantes, antiinflamatorias y antibacterianas. El perejil tiene un parada contenido en vitamina C, fortalece el sistema inmune, perfeccionamiento la presión arterial, previene la anemia y protege la vigor de los fanales y la piel. La espliego es relajante. Además la hierba luisa es un calmante que, en infusión, ayuda a tratar afecciones intestinales.
El cilantro es un efectivo quelante, lo que significa que ayuda a depurar el cuerpo de restos de metales pesados y, adicionalmente, contiene minerales como calcio, magnesio y hierro. El tomillo se utiliza para tratar problemas en las vías respiratorias, ya que es expectorante, desinfectante y mucolítico y todavía es un diurético natural. El orégano es antioxidante, ayuda a combatir el mal aliento y a alertar catarros.
Usos culinarios
Las hierbas aromáticas son importantes en el mundo de la restauración. Aportan sabor y potencia a los platos y son una gran ayuda para utilizar menos sal en la cocina. El exceso del consumo de sal en nuestras comidas favorece la hipertensión arterial, contribuye a producir trastornos cardiovasculares y renales y favorece la osteoporosis.
Las especias y hierbas aromáticas son una gran alternativa para compendiar el uso de la sal sin que tus platos pierdan sabor. Cultivarlas en casa te permitirá añadirlas a tus platos siempre que las necesites, sin tener que comprarlas y sin que se estropeen en la fresquera. Podrás cortar la cantidad necesaria para cada ocasión y puedes ir alternando su uso.
La albahaca, por ejemplo, se puede añadir a las ensaladas, porque aportan fragancia y sabor, y utilizarla para elaborar una salsa de primera calidad. El tomillo combina con numerosos platos, como verduras, arroces, guisos, caldos, pescado o cordero. El orégano aportará sabor y olor a tus ensaladas y platos de verdura.
El romero perfeccionamiento cualquier guiso de carne. El pollo se puede cocinar con estragón. La menta combina perfectamente con el cordero y se puede utilizar para embalsamar muchos postres. Y el perejil lo puedes añadir a casi todo. Otra opción es meter alguna de estas hierbas, como albahaca o tomillo, en una botella de cristal, llenarla con unto de oliva virginal extra y dejarla estrujar al menos dos semanas. Tendrás un unto macerado ideal para añadir en crudo a ensaladas o verduras al vapor.
Además puedes infusionarlas. Las infusiones de espliego y hierba luisa, por ejemplo, te ayudarán a descansar mejor y son deliciosas. Unas ramitas de menta en un recipiente serán el ambientador valentísimo para tu cocina.
Cómo cultivar plantas aromáticas
Cultivarlas es sencillo y no necesitan grandes macetas. Colócalas en un área con suficiente luz y una buena aireación, como la repisa de una ventana, en una terraza o incluso en la cocina. Riega de forma regular y procura que las macetas tengan un buen sistema de drenaje para que las raíces no se encharquen. Si las colocas en la albarrada y las cultivas en enhiesto, por ejemplo en un panel, coloca piedras en la parte inferior de la macillo.
Asegura un buen sustrato, para que crezcan fuertes y sanas. Un truco es agruparlas según sus deposición de riego: las más exigentes son el tomillo, romero, salvia y espliego, mientras que la menta, la albahaca y el perejil precisan poco menos agua. Si florecen, corta las flores para mantenerlas en etapa de crecimiento, porque aportarán más fragancia y sabor.
Las plantas aromáticas no sólo son un gran medio para tus platos, postres e infusiones, sino que aportarán un toque natural y orgánico a la ornato de tu cocina o terraza, cultivarlas es una actividad terapéutica en sí misma y te ayudarán a conectar con lo natural. Y son parte fundamental en la ‘slow food’. Si dispones de un poco de tiempo y ganas, todo serán ventajas.
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