Una fuente o instalación de luz de sincrotrón es un tipo de acelerador de partículas. En ella, los electrones se mueven a una velocidad cercana a la de la luz y, al torcer, generan radiación electromagnética, que permite analizar la materia y sus propiedades a nivel atómico y molecular.
La luz de sincrotrón zapatilla una región del espectro electromagnético muy amplio, con longitudes de onda que van desde el infrarrojo hasta los rayos X de inscripción energía, pasando por la luz visible y la luz ultravioleta. Por eso, la luz de sincrotrón es muy polifacético para analizar diferentes tipos de materia.
Los distintos tipos de materia reaccionan de forma diferente a las longitudes de onda. Por eso, cuando analizamos un material con luz de sincrotrón, podemos apreciar detalles diferentes según la distancia de onda que elijamos (cuanto más pequeña es la distancia de onda, podemos observar detalles más pequeños).
Una luz muy distinto para la ciencia
La principal superioridad de la luz de sincrotrón es que es muy brillante. De hecho es 10 billones de veces más brillante que la luz del sol. Esto permite que se puedan realizar experimentos con mucha resolución o mucho más rápidos.
Adicionalmente, la luz de sincrotrón es una luz colimada: sus rayos son paralelos entre sí y eso permite enfocarla con decano precisión cerca de un punto concreto. De este modo se pueden estudiar muestras de las que no tenemos grandes cantidades o que no queremos dañar: por ejemplo, los pigmentos usados en una obra de arte.
Un sincrotrón emite luz en forma de flashes, es proponer, de forma intermitente. Esta intermitencia puede ser muy rápida: ¡hasta 1.000 pulsos por segundo! La luz en forma de flashes permite analizar procesos rápidos como corrientes eléctricas o procesos químicos.
En un sincrotrón, incluso se pueden hacer experimentos con luz polarizada. Ello es especialmente interesante para estudiar determinadas propiedades de los materiales magnéticos.
Afrontar nuevos retos tecnológicos y ambientales
Adicionalmente de sus ventajas para la ciencia, las instalaciones de luz de sincrotrón suponen un beneficio para la sociedad. Cada año, más de 2.000 personas de diferentes países llegan al Sincrotrón ALBA para realizar experimentos en alguna de sus diez líneas de luz. Estos proyectos de investigación se enmarcan en campos de estudio de lo más diversos: ciencia de materiales, medicina, energías renovables, arte, procesos industriales…
La ciencia y las técnicas desarrolladas en las instalaciones del sincrotrón sirven para dar respuesta a los retos tecnológicos y ambientales del futuro: desde descubrir nuevos fármacos y terapias hasta crear plantas capaces de acumular energía. Resuelve tanto problemas de la ciencia fundamental como de la ciencia aplicada e incluso da respuesta a deposición de tipo industrial.
Las instalaciones científicas como el Sincrotrón ALBA son por otra parte un polo de apego de talento, que generan puestos de trabajo cualificado a la vez que son potentes herramientas de formación y de divulgación. El Sincrotrón, que cuenta con el apoyo de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), ofrece bienes y materiales para conocer qué es un sincrotrón y trabajar sus aplicaciones en el clase. Adicionalmente, podrás conocer las instalaciones desde interiormente con el nuevo software de visitas virtuales.
Trabaja la ahora en clase La Pelotón Didáctica sobre el acelerador de partículas propone contenido informativo y ejercicios gratuitos para trabajar en clase. Cuenta con la colaboración de Sincrotrón ALBA.
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