Los ingredientes para la vida pudieron llegar desde el espacio en meteoritos

Investigadores de la Universidad de Hokkaido y de la NASA han desvelado que el origen de los 'ladrillos de la vida', o de los componentes del ADN y el ARN que posibilitan la vida terráqueo tal y como la conocemos, tienen origen extraterrestre y llegaron en meteoritos. El hallazgo, que acaba de publicarse en Nature, se produjo al descubrir que los componentes del ADN y ARN estaban a costado de asteroides de los que la Agencia espacial japonesa JAXA y la estadounidense NASA habían recuperado muestras. Empleando técnicas de suscripción precisión, decidieron retornar a analizar muestras de meteoritos en la Tierra y han podido demostrar que, en meta, los componentes del ADN y ARN pudieron conservarse del espacio.

Componentes mínimos para la genética de los seres vivos

Estos componentes del ADN y el ARN se llaman 'bases nitrogenadas', o 'nucleobases', de las que hay, principalmente, dos tipos: purinas y pirimidinas. Ambas son necesarias para conformar las moléculas que hoy transportan la carga genética en las células y llevan las instrucciones que hacen que los organismos vivos se nutran, crezcan, se reproduzcan y sobrevivan. En concreto, para formar el ADN se requieren las purinas Guanina y Adenina, y las primidinas Citosina y Timina, y para el ARN, las mismas purinas y la Citosina, pero en emplazamiento de Timina, Uracilo. Se hallaron más tipos de estas moléculas, incluso, y aminoácidos.

Las nucleobases de ADN y ARN, presentes en las células de los seres vivos y que configuran nuestra genética, pudieron producirse en la materia interestelar de asteroides que chocaron contra la Tierra como meteoritos, trayendo los componentes de la vida a nuestro planeta

Las nucleobases de ADN y ARN, presentes en las células de los seres vivos, configuran nuestra genética. Pudieron conservarse en meteoritos, trayendo los componentes de la vida a nuestro planeta

Mario Chaparro, La Vanguardia

"Es posible que un conjunto diverso de sustancias orgánicas exógenas de origen meteórico, incluidas las nucleobases, llegaran a la Tierra primitiva durante el período de fuego graneado pesado tardío de meteoritos, hace entre 4.000 y 3.800 millones de primaveras; la afluencia de dichas sustancias orgánicas pudo tener un papel importante en la desarrollo química de la etapa primordial de la Tierra", explican los autores en el estudio.

Nuevas pruebas en antiguas muestras de meteoritos

Los científicos analizaron la presencia de nucleobases en los meteoritos de Murchison (Australia), y de los lagos Murray (EEUU) y Tagish (Canadá), mediante técnicas novedosas precisas y de bajo impacto. Todavía se aseguraron de descartar una posible contaminación terráqueo en las muestras, por lo que pudieron probar si lo que hallaban era de origen terráqueo o extraterrestre. Demostraron que, contiguo a aminoácidos y otros compuestos orgánicos, en todas las muestras había nucleobases de uno y otro tipos, purinas y pirimidinas, y que estas eran de origen extraterrestre. 

Vertical

Fragmento del meteorito Murchison, caído en Australia en 1969 

Otras Fuentes

Los científicos concluyeron que este tipo de compuestos pueden ser comunes en el espacio interestelar y que podrían formarse en nubes moleculares interestelares y en asteroides de tipo C y B, como las muestras recogidas de Ryugu y Bennu, dos asteroides de los que la JAXA y la NASA obtuvieron muestras en misiones espaciales. 

De hecho, el mismo equipo investigador del presente hallazgo había intentado reproducir en 2019 experimentos en laboratorio la síntesis de este tipo de moléculas empleando componentes de meteoritos y simulando, incluso, nubes moleculares como las que podrían hallarse en el medio interestelar, sometiendo a uno y otro a reacciones fotoquímicas. Su objetivo, analizar el origen de los principios, compuestos y moléculas de nuestro sistema solar y de otros sistemas planetarios posibles en el universo que circundan una suerte. Los experimentos dieron emplazamiento a una serie de compuestos y moléculas entre las que sí podían producirse nucleobases, según explican en otro artículo investigador.

Horizontal

Ilustración de Hayabusa 2 posándose sobre Ryugu para cosechar muestras de su superficie

Terceros

Hace 4.000 millones de primaveras

Los científicos detectaron diversos conjuntos de nucleobases en meteoritos carbonosos, incluidas las que hoy conocemos como componentes del ADN y el ARN. "Hexaedro que los materiales extraterrestres, incluidos los meteoritos, llegaron a la Tierra hadeana o primitiva con un flujo mucho decano que el flagrante, es posible que un gran número de estas nucleobases llegaran a la Tierra en aquella época", relatan los autores en su artículo. 

Las nucleobases, según los investigadores, pudieron haberse formado a partir de cianuro de hidrógeno, formamida y urea. "La acumulación de estas escasas moléculas suponía un liza geoquímico sustancial en la Tierra primitiva, con una ámbito posiblemente dominada por dióxido de carbono y gas dinitrógeno", explica el trabajo. Los investigadores apoyan la teoría de que las nucleobases extraterrestres contribuyeron a la aparición de propiedades genéticas para la aparición de vida en la Tierra.

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