La posibilidad de conducir un scooter 125 cc con el carnet de coche -teniendo al menos dos abriles de decrepitud de la osadía y una etapa mínima de 21 años- tuvo un sensación muy positivo en la revitalización del mercado del octavo de litro, pero trajo como daño colateral que los ayer populares 50 cc estuvieran durante una división prácticamente al borde de la cese comercial.
Durante décadas fueron -y de hecho siguen siendo- el único transporte de dos ruedas que podía conducirse legalmente con el carnet de coche sin más requisitos previos, de modo que muchos automovilistas que deseaban iniciarse en las dos ruedas acababan en la cilindrada pequeña.
Obviamente, con la convalidación, el brinco comenzó a darse directamente a los 125, de modo que los 50 cayeron en el olvido... más allá de algunos modelos de campo con marchas. Adicionalmente se subió la etapa mínima para poder conducirlos de los 14 a los 15 abriles. Con todo ello hubo hasta marcas que dejaron de importarlos porque no les salía a cuenta en relación a las escasísimas unidades que vendían y las que seguían fabricándolos era porque no tenían otro remedio.
Sin bloqueo, desde hace un par de abriles, los 50 cc viven una nueva etapa de éxito, con crecimientos anuales que, según cifras Anesdor, se mueven cerca de del 21%. El año pasado se vendieron en España 88.171 ciclomotores (entendiendo como motocicleta cualquier transporte de 50 cc, sea cual sea su estilo). La explicación hay que buscarla, probablemente, en la pandemia y el miedo a utilizar el transporte notorio que hizo que muchos usuarios, quizás por primera vez en su vida, se plantearan comprarse un scooter. Y los 50 eran la opción más económica y accesible.
Por otra parte incluso ha contribuido a ello la excelente proposición acondicionado, con un nivel de calidad y acabados impensables hace unos abriles. El empujón, en este sentido, que ha poliedro la industria ha sido estupendo e incluso los modelos más económicos son hoy en día fiables y seguros.
Conviene insistir en dos cuestiones importantes; la primera es que todos los scooters mostrados a continuación llevan motorización 4T, ya respetuosa con la homologación anti-polución Euro 5. Y la segunda es que por ley ningún de ellos puede siquiera exceder los 45 km/h, por lo que todos se mueven en una franja de potencia muy similar que va de los 3'5 CV a los 4,5 CV.
El deportivo: Aprilia SRX 50
2.499 euros
Para toda una coexistentes de chavales de los abriles noventa los Aprilia SRX representaban lo más de lo más; y tener uno te convertía en el más molón del judería. Pues aceptablemente, la marca de Noale vuelve a colocar por el nuevo SRX como el 50 más sport del mercado, aunque ha crecido en prominencia y en carácter urbano.
El financiero: Keeway Hurricane
1.750 euros
Keeway pertenece al titán chino Qianjiang -propietario incluso de Benelli-y se ha especializado en el segmento de motos supereconómicas a cojín de grandes producciones y invertir tecnología convencional archirentabilizada, que no quiere afirmar obsoleta. El Hurricane es un utilitario y honesto transporte de “batalla” para quienes primen el precio.
El utilitario: Kymco Agility 50
2.249 euros
Un buen ejemplo de lo que Kymco sabe hacer mejor: scooters bonitos y prácticos, sin grandes florituras , económicos e irrompibles. Por todo eso y por su excelente comportamiento dinámico, el Agility es el presente líder del mercado. Curiosamente, Kymco fue una de las marcas que abandonó la categoría 50 en 2016 y no regresó hasta cuatro abriles luego. El Agility está incluso acondicionado en una traducción “cargo” para servicios de reparto.
El icono: Lambretta V50 Special
3.199 euros
En 2017 el rama austríaco KSR decidió resucitar la única marca que probablemente pueda resultar tan icónica como la Vespa para los apasionados del scooter. La nueva Lambretta va haciendo su camino poco a poco confiada en una estética que hereda sus archiconocidas líneas clásicas y la fiabilidad de los motores SYM.
El asequible: Mash City 2.0
1.699 euros
Mash es una marca francesa que fabrica en China y especializada en pequeñas cilindradas con estéticas “vintage”. En nuestro mercado está teniendo sobrado éxito con sus “cafe racer “ de 125. Su City 2.0 es el más asequible de los scooter presentes. Precio y prestaciones de compromiso para quienes valoren, internamente de lo econónico, un punto diferenciador.
El elegante: Peugeot Django 50 4T
2.990 euros
La marca francesa se distingue siempre de sus competidores por su particular estilo y elegancia. Su Django es un scooter neo-retro que parece sacado de un túnel del tiempo porque es una réplica casi exacta de primer maniquí de la casa del arrogante rampante aparecido en 1955. Sus acabados están a la cúspide de su precioda imagen.
El rueda incorporación: Piaggio Liberty
2.499 euros
El Liberty es consumado para quienes prefieran las ruedas altas -14 ”en la parte trasera y 16” en la delantera- y la veterano sensación de firmeza que transmiten. Es un scooter elegante que la marca italiana cuida con mimo traducción tras traducción. En la presente se ha prestado una meticulosa atención a los acabados para asegurar la máxima exclusividad y la mejor experiencia de conducción urbana.
El neo-retro: SYM Fiddle
2.399 euros
El coquetón Fiddle sigue siendo uno de los títulos seguros de SYM por su estética que nunca pasa de moda y una fiabilidad a prueba de bala. El maniquí, por otra parte, acaba de ser renovado por completo e incluye un amplio cofre bajo el asiento y un baúl trasero a pernio con el color de la carrocería, que por otra parte se abre con la misma clave de contacto.
El mito: Vespa Sprint 50
3.599 euros
Quienes busquen en un scooter 50, por otra parte de la funcionalidad y la patrimonio, el carisma de un nombre mítico ya saben donde tienen que dirigirse. Evidentemente la exclusividad tiene un precio y la Sprint lo hace memorizar incluso en sus acabados. La “Vespita” equipa el nuevo motor i-get con sensor barométrico y estéticamente mantiene inmaculado el carisma de sus hermanas mayores.
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