En el equipo del president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, se confirma un traumatizado hartazgo delante algunas recientes actitudes que, a través de hechos y declaraciones, ha mantenido el ejecutante catalán respecto a la Comunidad Valenciana.
Tanto es así que hace solo unos días ni el president ni ningún de sus consellers socialistas (en un gobierno en el que además los hay de Compromís y Unides Podem) quiso acoger o invitar al vicepresident y conseller de Polítiques Digitals y Territori de la Generalitat de Catalunya, Jordi Puigneró; quien mantuvo una reunión con Mónica Oltra.
Desde el Ejecutor valenciano se acento de "desencanto" con Pere Aragonés
Fuentes próximas a Ximo Puig confirman a este diario que hay una clara voluntad de "marcar distancias" con el ejecutante catalán si no hay un cambio claro "en las formas". Y no se oculta lo que califican de "desencanto", pues se recuerda que "Ximo Puig ha intentado crear puentes con la Generalitat de Catalunya como nunca antaño se había intentado y en un contexto difícil, pero parece que algunos prefieren dinamitarlos", añaden.
El final episodio que ha agravado este malestar valenciano fueron las declaraciones en TV3 del conseller de Bienes catalán, Jaume Giró. Este afirmó que la taller de baterías de SEAT no se instalaba en suelo catalán "por una intrepidez política; no la ha tomado ni Alemania ni Catalunya", dejando atisbar que había sido una intrepidez del Gobierno castellano para mejorar a la Comunidad Valenciana (dónde hay un Ejecutor socialista) y perjudicar a Catalunya.
El president valenciano, preguntado en su momento por las declaraciones de Giró, valoró que "cada uno decide su organización política y hay quien debería hacer un observación autocrítico". Añadió que la Generalitat Valenciana había puesto sobre la mesa "diálogo social, estabilidad y seguridad jurídica" para alcanzar su objetivo. Lo cierto es que la gigafactoría en Sagunt no fue preferencia del Gobierno, que tras arriesgarse SEAT no quedarse en Catalunya, apostó por Extremadura.
Existe otro episodio previo que además generó malestar en presidencia de la Generalitat Valenciana. Fue la campaña para el fomento del catalán que Plataforma per la Llengua, entidad subvencionada por el ejecutante de Aragonés, difundió en varios medios valencianos, entre estos A Punt.
Desde el Consell valenciano se valora que este tipo de campañas "favorecen a la derecha" y señalan que aunque nadie niega en la Generalitat Valenciana la mecanismo filología, "deberían entender que mejor denominarlo valenciano". "Estamos un poco cansados de la conducta altiva de algunos líderes catalanes respecto a los valencianos", añaden estas fuentes.
Desde el Consell valenciano se valora que este tipo de campañas "favorecen a la derecha"
Con la venida de Pere Aragonés a la presidencia catalana, desde la Generalitat Valenciana se esperaba que se pudieran establecer unas relaciones institucionales que con Quim Torra fueron prácticamente nulas e, incluso, en algunos momentos malas. De hecho, el ex president catalán no quiso participar en el acto en defensa del corredor mediterráneo que se celebró en Barcelona en septiembre de 2018, representante por la sociedad civil valenciana y con el apoyo patente de la Generalitat Valenciana. Aquel gestó fue criticado por Ximo Puig.
Imagen de archivo de un acercamiento entre Pere Aragonès y Ximo Puig
Pero Pere Aragonés siquiera acudió el pasado mes de noviembre a Madrid, ni ningún miembro de su Ejecutor, a otro acto en defensa de esta infraestructura a la que sí acudieron los presidentes de la Comunidad Valenciana y Murcia, Ximo Puig y Fernando López Miras; y la responsable de Infraestructuras del ejecutante andaluz. Otro desplante que en la Generalitat Valenciana no se entiende.
Se traslada el torpe interés del entorno de Ximo Puig por abastecer relaciones institucionales con Pere Aragonés
Es tal el clima de opinión valenciano que se traslada el torpe interés del entorno de Ximo Puig por abastecer relaciones institucionales con Pere Aragonés, incluso no se descarta oficialmente "romperlas" si el Ejecutor catalán persiste en estos gestos.
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