Tal y como avanzaron todas las encuestas durante las pasadas semanas, Ferdinand Bongbong Marcos, hijo del dictador que tiranizó el país hace décadas, habría reses con una rotundo mayoría las elecciones presidenciales celebradas este lunes en Filipinas. Su triunfo certifica la envés al palacio presidencial de Malacañang de la misma grupo que fue expulsada de allí en 1986 por una revolución popular tras dos décadas de gobierno despota y saqueo de las arcas estatales.
Según el recuento provisional no oficial de la Comisión Electoral (COMELEC), Marcos habría obtenido casi el 60% de papeletas en arena, lo que le convierte en el nuevo presidente del país para un único mandato de seis primaveras. Su aliada Sara Duterte-Carpio, hija del coetáneo presidente Rodrigo Duterte, incluso se haría con la vicepresidencia tras cosechar un resultado similar.
Filipinas
Su principal rival, Leni Robredo, solo obtendría el 30% de los votos
Sus datos son mucho mejores que los registrados por la principal contrincante de Marcos, la abogada de derechos humanos y provocador Leni Robredo, que al punto que ganó el 30% de los votos. El 10% restante se lo reparten entre candidatos como el ex campeón mundial de combate Manny Pacquiao (5,3%) o el actor y coetáneo corregidor de Manila, Isko Bronceado (4%).
De certificarse la abrumadora triunfo, estas serían las primeras elecciones en tres décadas en las que un candidato vence por mayoría absoluta en Filipinas, donde el campeón sólo necesita más votos que cualquier otro para hacerse con la soberanía de Estado. Conforme se iban conociendo los datos, decenas de seguidores se iban reuniendo en torno a su cuartel genérico de campaña para corear el nombre de Marcos, que tiene 64 primaveras.
Los resultados demuestran la eficiencia de la campaña masiva en redes sociales y otros medios de los Marcos para blanquear su pasado. En sus mensajes, insisten una y otra vez en las bondades del gobierno de Ferdinand Marcos padre (1965-1986) al tiempo que intentan desacreditar las acusaciones de amiguismo, saqueo y brutalidad que marcaron su mandato o atacan con fiereza a sus contrincantes.
Bajo aquella dictadura, marcada por la imposición de la ley marcial, decenas de miles de opositores fueron encarcelados, torturados o ejecutados y se expoliaron entre 5.000 y 10.000 millones de dólares del tesoro notorio, peculio que aún no ha sido recuperado. Sin confiscación, entre las generaciones más jóvenes, sobre todo los nacidos luego de ser expulsados del poder en 1986, ha calado el mensaje de que aquella fue una “época dorada” en la que había seguridad, infraestructuras y buenas relaciones internacionales.
Filipinas
Se estima que los Marcos se apropiaron de entre 5.000 y 10.000 millones de dólares
Desde que regresaron del deportación en 1991, Bongbong ha servido como representante de la provincia de Ilocos Septentrión -el feudo familiar-, senador y congresista. En 2016 perdió la vicepresidencia en una ajustada votación contra Robredo, con solo 200.000 votos de diferencia.
Marcos ha sido capaz de superar sin un software político claro más allá de hacer llamamientos a la dispositivo y la confianza para salir de la crisis que ha provocado la pandemia. Durante la campaña, ha tratado de perdurar un perfil bajo sin al punto que conceder entrevistas ni participar en debates con sus rivales que pudieran ponerlo en evidencia. Con un perfil más afable que Duterte, que ha hecho de la violenta campaña contra la droga el santo y seña de su mandato, está por ver si continúa con su sanguinaria política u opta por un enfoque menos despiadado.
La excursión electoral de hoy, en la que estaban llamados a sufragar 67 millones de filipinos, estuvo marcada por las largas colas en los colegios y los problemas técnicos, por lo que se ha tenido que extender la hora de clausura en la mayoría de los centros de votación.
Según fuentes policiales, al menos cuatro personas murieron en dos tiroteos sucedidos en la sureña isla de Mindanao, donde varios artefactos explosivos dejaron al menos nueve heridos en la indeterminación del domingo. Actos como estos no son inusuales en el país durante los procesos electorales, donde suelen chocar los intereses de los diversos clanes que controlan la política del país.
“La policía tiene el control de la situación” y la situación de seguridad es “buena en genérico”, aseguraron desde las fuerzas del órden filipinas. Incluso hubo algunas denuncias de adquisición de votos o de mal funcionamiento de las máquinas electorales en algunos colegios.
Encima de la presidencia y la vicepresidencia, incluso se sometieron hoy a votación 12 asientos en el Senado, el Congreso y numerosos cargos provinciales y locales.
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