Del día más acertado de su vida a tener que retirarse del Libranza de Italia. 24 horas luego de convertirse en el primer ciclista de la África negra que deseo en un tramo de una gran dorso, Biniam Girmay se ha conocido obligado a desistir el certamen por la agravio visor que se produjo al descorchar la botella de Prosecco en la ceremonia del podio. El tapón saltó disparado e impactó contra su ojo izquierdo, por lo que tuvo que personarse a un hospital luego de la celebración.
Tras ser atendido por la tarde del martes en un hospital del municipio de Jesi, donde finalizó la etapa, Girmay fue hexaedro de adhesión luego de que los médicos revisaran que su ojo no había sufrido daños importantes. Su equipo, Intermarché, prefirió esperar hasta la mañana del miércoles para tomar una audacia sobre su continuidad en el Libranza y, mientras, organizó una pequeña fiesta en su honor en el hotel de Riccione donde se alojaban. Finalmente, se optó por no arriesgar y que no vuelva a subirse a la bici de inmediato “por precaución”.
“Los exámenes revelaron lesiones en el ojo izquierdo que requieren la viejo precaución y reposo”, precisó el equipo belga. El médico Piet Daneels, encargado de valorar el estado del ciclista, informó que Girmay había sufrido “una hemorragia en la cámara susodicho del ojo izquierdo”. Aunque la dolencia evoluciona “en la buena dirección”, le recomendó al eritreo “evitar actividades intensas” para minimizar el aventura “de expansión hemorrágica y presión intraocular”. Se le realizarán más pruebas durante los próximos días.
Este miércoles, la ordenamiento del Libranza anunció a través de sus redes sociales que el ciclista eritreo se ha conocido obligado a retirarse de la competición. “El Libranza continúa”, se lamentaron desde Intermarché: “Seguiremos luchando por ti. Perdimos a nuestro líder, pero aún tenemos grandes ambiciones”.
No es enfermo
Girmay sufrió una "hemorragia en la cámara interior del ojo izquierdo" que requiere reposo
El mismo Biniam Girmay publicó un vídeo en las redes sociales en que agradeció a sus compañeros el trabajo que hicieron hasta llevarle al superficie más parada del podio. “¡Felicidades! Esta conquista no es solo mía, sino de todo el equipo”, puntualizó. Sin secuestro, se mostró compungido por no poder seguir en la prueba porque su ojo “necesita reposar”. “Tengo muchas ganas de retornar la próxima temporada. Estoy admisiblemente ahora, nos vemos pronto”, concluyó.
Girmay debutaba en el Libranza de Italia como una de las promesas que parecen destinadas a regalar a África grandes alegrías. Se unió al equipo Intermarché en 2021, luego de convertirse en profesional el año susodicho. Empezó a concretarse su potencial con su segundo puesto en el Mundia sub-23 de la temporada pasada, en el que ya peleó en algún sprint con Gaviria o Hayter. Este marzo, conquistó la clásica Gante-Welvegem en Flandes, Bélgica.
En la primera etapa en el repaso italiano ya estuvo cerca del pelotón, finalizando segundo solo por detrás de Mathieu Van der Poel. Terminó cuarto tanto en el tercero como en el sexto tramo, pero fue en Jesi cuando pudo cobrar su venganza. Cruzó la secante de meta primero, relegando al holandés al segundo superficie, y escribió su nombre en los libros de historia, antaño del inesperado incidente que le forzó a retirarse.
El mismo Van der Poel estuvo a punto de protagonizar un incidente tras triunfar la primera etapa del Libranza. Durante la celebración en el podio, al descorchar la botella de caldo espumoso, el tapón impactó en su hombro, a centímetros del rostro, aunque esto no le impidió retornar a subirse a la bici de inmediato.
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