Julia Roberts es tan suerte que a menudo olvidamos el monstruo interpretativo que puede ascender a ser. En Gaslit de Starzplay hace de Martha Mitchell, la mujer del fiscal común del Estado cuando estalló el caso Watergate y una de las personas vinculadas al Partido Republicano más críticas con el presidente Nixon.
El primer episodio se centra en mostrarla como una mujer alejada del rol sumiso que se dilación de ella, encima de un incordio para Pat Nixon, molesta porque Mitchell ocupa las portadas de las revistas con desparpajo y la temeridad de desmarcarse del guion de los asesores políticos. A Roberts no le cuesta transmitir este carisma expansivo, ya que lleva toda una vida exhibiéndolo en la pantalla, pero además se la ve muy cómoda en un plan de tono inesperado.
Julia Roberts es tan suerte que a menudo olvidamos el monstruo interpretativo que puede ascender a ser
Quien espere que Gaslit tire por el control periodístico conforme está muy desacertado: el creador Robbie Pickering despoja la política de la seriedad a almohadilla de cinismo, ridiculizando los implicados en el escándalo pero sin convertir la obra en una sátira. El G. Gordon Libby de Shea Whigham, que acabaría en prisión como ejecutor del plan de espionaje, es tan esperpéntico como inquietante cuando uno se da cuenta que de locos, irresponsables y antidemócratas está llena la arena política.
Y con un reparto que incluye a Sean Penn como el fiscal Mitchell bajo kilos de maquillaje y prótesis, Dan Stevens como un pardillo John Dean que escudriñamiento trepar en Washington y la siempre imperdible Betty Gilpin como la futura señora Dean, Gaslit puede ser la gema tapada de la temporada.
Dan Stevens y Betty Gilpin, otros dos títulos seguros de 'Gaslit'.
Y de la prometedora pasamos a la regular. The First Lady, que se emite en Movistar Plus+, tenía todos los números para ser un festival de interpretaciones presidenciales: Viola Davis y O.T. Fagbenle como el boda Obama, Michelle Pfeiffer y Aaron Eckhart como los Ford, y Gillian Anderson y Kiefer Sutherland como los Roosevelt. Pero este relato tropieza con un guion inconexo que no sabe unir las tramas de las primeras damas, la dirección de Susanne Bier y unas interpretaciones desiguales.
Michelle Pfeiffer tiene la única buena interpretación de 'The first lady'.
Pfeiffer cautiva como la insatisfecha, robusto y frágil Betty Ford pero Gillian Anderson vuelve a estar tan afectada como en The crown (que alejen a la actriz de los biopics, por privanza) y Viola Davis comete terrorismo interpretativo. No sería extraño que Michelle Obama se querellara con la ganadora del Oscar por reducirla a una parodia morruda de empoderamiento que no es apta ni para un sketch del Polònia.
No sería extraño que Michelle Obama se querellara con Viola Davis por reducirla a una parodia morruda de empoderamiento que no es apta ni para un sketch del 'Polònia'
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