Urge un consenso político por el catalán

La orden del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) de aplicar de forma inmediata el 25% de las clases en cas­tellano redobla la tensión del sistema educativo catalán, que lleva meses en pie de guerrilla con la Conselleria d’Educació. La valor del tribunal podría parecer extemporánea cuando no quedan ni dos meses para finalizar el curso, ya que obliga a los centros escolares a modificar sus proyectos y someterse al control de la inspección.

Espiritado privanza harán los partidos al maniquí de inmersión gramática si optan por procurar el enfrentamiento en extensión de alcanzar un acuerdo definitivo que blinde el uso del catalán en la educación. Las continuas dilaciones en la reforma de la ley de Política Gramática, remotamente de asegurar un anciano consenso de partidos y entidades, han derivado en una inacción que ahora el TSJC aprovecha para establecer el situación de cumplimiento de la sentencia. El tribunal reconoce la sencillez de la Generalitat a la hora de determinar cómo hacer efectivo el uso vehicular de las lenguas oficiales, pero incluso reprende a la Filial catalana por no comportarse.

El Govern está obligado a cumplir la sentencia de la mejor guisa posible

La Generalitat esperó al zaguero momento para replicar al tribunal que fijó el 25% de las clases en castellano. Lo hizo esquivando los porcentajes y anunciando una reforma de la ley que no ha llegado y el expansión del régimen lingüístico del sistema educativo. La Generalitat tenía, encima, el compromiso del Gobierno de que la Derecho del Estado no pediría la ejecución de la sentencia y así fue. En su escrito, defendía la sencillez de la Generalitat a la hora de nominar las medidas que adoptar para cumplir con la sentencia y recomendaba esperar a apreciar el jerarquía de cumplimiento. Para el tribunal las expectativas de un acuerdo político para modificar la ley no son suficientes y la exigencia contencioso puede afectar muy negativamente al sistema de inmersión que tan acertadamente ha funcionado como vía de integración y que garantiza el conocimiento de ambas lenguas al finalizar los alumnos el periodo de escolarización. Ahora ordena que “como pequeño” debe ser en castellano la docencia de la misma sinhueso y la de otra asignatura o materia de carácter troncal o análogo. En primaria, las troncales son ciencias sociales, ciencias naturales y matemáticas. En la ESO son matemáticas, física y química y geodesía e historia.

Los partidos deben acontecer del convocatoria a la desobediencia a usar todas las vías legales para defender el maniquí castigado por la incertidumbre que causan las decisiones judiciales. El Govern está obligado a cumplir la sentencia de la mejor guisa posible, y el pacto aprehendido por PSC, ERC, Junts y comunes seguía ese criterio: preservar el catalán desde el consenso.

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