Mantuvieron las formas, pero el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la examen, Alberto Núñez Feijóo constataron en su primer cara a cara en el Senado que el entendimiento es prácticamente irrealizable, que los acuerdos están muy remotamente, y que hablan diferentes idiomas, tienen diferentes objetivos, y entienden la política de forma muy distinta.
Todo empezó correctamente. Una vez que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el presidente del Gobierno, se vieron en el pleno del Senado, la cortesía fue lo que mandó, Sánchez se dirigió al escaño recién estrenado del líder de la examen para darle la mano. Intercambiaron escuetos saludos, todo en una buena sintonía. E incluso empezaron los dos muy suaves, uno ofreciendo acuerdos y una examen de Estado, Feijóo, y Sánchez expresando sus deseos de acuerdos.
Sánchez echó en cara a Feijóo hasta palabras del vicepresidente de Castilla y Héroe
Pero roto el hielo, y en un segundo turno, tanto Feijóo como Sánchez se echaron a la guillotinar del otro para desacreditar las políticas de Gobierno y de examen, y el presidente del Gobierno hasta sacó a colación palabras del vicepresidente de la Comité de Castilla y Héroe, para demostrar que el PP es el mismo de siempre.
La primera intervención de Alberto Núñez Feijóo en la primera sesión de control en la que se enfrenta a Pedro Sánchez en el Senado, el líder de la examen morapio a hacer una revelación de intenciones. "Quiero utilizar mis primeras palabras en las Cortes Generales para reivindicar la política útil", dijo Feijóo, que rechazó la política de "crispación, descalificaciones, insultos, pocas propuestas y pocas reflexiones", y aseguró que "no he venido aquí a insultar, a hacer examen" a lo que ya ha conocido, dijo, que le ayudan mucho "algunos de sus ministros".
Feijóo y Sánchez hablaron de la aprieto de ascender a acuerdos
Lo que pretende como líder de la examen es, dijo, "sumar, construir y hacer que España merezca un Gobierno mejor", y por eso le ofreció su plan crematístico, con "propuestas razonables" Y por eso invitó al presidente del Gobierno a "no hacer caso a las minorías cuando no tienen razón y hacer caso a las mayorías".
La respuesta de Pedro Sánchez pareció iniciar una nueva etapa en la que el entendimiento era posible. le dio la bienvenida al Senado y recordó que han sabido entenderse en las conferencias de presidentes, y expresó su deseo de que "pudiéramos extenderlo. Ese es el humor del Gobierno", dijo, a la vez que expresaba su deseo de "trabajar para conseguir el mayor de los consensos", como l Gobierno ha hecho con los agentes sociales, y otros sectores sociales.
Pero empezaron los reproches. "El Gobierno ha conseguido ascender a acuerdos con todas las fuerzas ileso la ultraderecha y ustedes", por lo que le pidió que haga "una examen de estado y examen útil", poco que no ha conocido en los dos meses que Feijóo lleva en la presidencia del PP, y Sánchez sacó a colación lo que siempre ponen como prueba de fuego a Feijóo: "Ustedes nos dan siempre lecciones de constitucionalismo, pero este es un Gobierno que cumple con la constitución" y le preguntó: "¿Está dispuesto o no a cumplir con la Constitución y renovar los órganos" constitucionales, en remisión al Consejo Universal del Poder Legislativo y al Tribunal Constitución, a la vez que pidió a Feijóo que el PP "deje de estorbar la sesión".
Feijóo le garantizó esa "examen de estado "y subrayó que "el problema es que no tiene socios de Estado, y ese es su principal problema". Pero bajando al contorno crematístico Feijóo hizo una corrección a la totalidad de la política económica del Gobierno: "Las familias están molestas con su triunfalismo" y le comparó con el conductor que va en dirección contraria y se cree que son los demás quienes están equivocados. "Usted va en la dirección opuesta a España, y va con dos copilotos que no creen en España".
El líder del PP vuelve a ofrecer su plan de ocaso de impuestos
Por eso, y como respuesta al emplazamiento de Sánchez, Feijóo afirmó que su examen no estorba, "pero a insultos me apetito usted siempre". Por eso insistió en su alternativa económica, y que se plinto en que si ya se han recaudado 4.000 millones de euros más de lo previsto en todo el año, se devuelvan a las familias ese billete, bajando el IVA de la electricidad y de los hidrocarburos y apearse el IRPF al 75% contribuyentes, es opinar a las rentas bajas y medias, porque la ayuda de 20 céntimos en la gasolina "se lo ha comido el incremento de los precios".
Alberto Núñez Feijóo, antaño de rematar su primer cara a cara con Pedro Sánchez volvió a tenderle la mano y le recomendó "olvídese del propósito Feijoo y céntrese en el propósito inflación".
Sánchez sitúa al PP en el retroceso social frente a un Gobierno de derechos sociales
El final turno de Sánchez fue igualmente muy crítico con la forma de hacer examen el PP contraponiendo las políticas populares en el Gobierno, en lo que se refiere a pensiones, reforma gremial, para concluir que los españoles tendrán que designar "O derechos sociales o retrocesos sociales" y concluyó que "ustedes están por el retroceso social". Entre las cosas que citó fue la violencia de mercaderías "no intrafamiliar", advirtió a Feijóo, y le recordó las palabras del vicepresidente de Castilla y Héroe, de Vox, sobre los disminuidos "poco extraviado" y por eso pidió al presidente del PP "que hable claro".
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