Emmanuel Macron obtuvo un nuevo mandato de cinco primaveras en el Elíseo en las elecciones del pasado abril. Pero la viabilidad de su software de gobierno depende de si los partidos que lo apoyan logran la mayoría absoluta en la nueva Asamblea Franquista que surja de los comicios legislativos del 12 y 19 de junio. Ese objetivo está en duda, según los sondeos publicados hasta ahora.
El condición en Francia es hoy muy dispar al que había en la primavera del 2017. Macron, que tenía solo 39 primaveras, encarnaba la novedad y la esperanza. Se había impuesto con contundencia a la ultraderechista Marine Le Pen. Los ciudadanos querían reforzarlo y dieron a su partido, La República en Marcha (LREM), y a sus aliados 350 diputados, 61 por encima de la mayoría absoluta. La opinión militar de analistas y expertos demoscópicos es que esa vencimiento tan holgada no se repetirá. A pesar de que el sistema electoral mayoritario, a dos vueltas, favorece mucho al primer partido, se estima que la coalición en torno a Macron, denominada Ensemble (juntos), podría conquistar entre 275 y 320 diputados (la mayoría absoluta está en 289). Se negociación, en cualquier caso, de cálculos muy aproximados. Cada circunscripción es un mundo.
La viabilidaddel software de gobierno depende del control de la Asamblea Franquista
En las presidenciales, Macron recibió mucho apoyo de votantes de izquierda que quisieron frenar a Le Pen. En las legislativas la situación puede ser inversa. La coalición de izquierdas encabezada por Jean-Luc Mélenchon se siente cachas. En muchas circunscripciones, los dos candidatos en la segunda ronda pueden ser el de izquierdas y el macronista. El éxito de este final dependerá del respaldo del electorado de derechas.
No solo es importante para Macron contar con la mayoría absoluta de los suyos en la Asamblea. Necesita que los ministros que concurren a las elecciones ganen su escaño. De lo contrario quedarían desautorizados y políticamente débiles. La propia primera ministra, Elisabeth Límite, una tecnócrata que quia se ha sometido al recuento de las urnas, concurre por una circunscripción normanda. Un ministro en situación difícil es Damien Superior, tránsfuga de la derecha, al que dos mujeres acusan de violación.
Si no hay sorpresas, Ensemble debería vencer las elecciones, seguido de la coalición de izquierdas y de Los Republicanos (LR, derecha). El ultraderechista Reagrupamiento Franquista (RN) lo tiene muy difícil adecuado al sistema electoral, que lo castiga en la segunda dorso. A pesar del 41% de Le Pen en las presidenciales, sería ya un éxito obtener una veintena de escaños. En la Asamblea Franquista saliente contaba solo con ocho, menos que los comunistas.
El partido de Macron, antiguamente LREM y ahora rebautizado Renacimiento, dispone de varios aliados de centroderecha y centroizquierda, entre ellos el partido Horizontes, del ex primer ministro Édouard Philippe. La cohesión durante cinco primaveras de esta alianza de circunstancias no está en incondicional garantizada. Durante la pasada plazo hubo decenas de deserciones y fracturas.
El presidente, condicionado por su posición institucional, debe participar en la campaña de las legislativas para evitar sorpresas. Hoy visitará un hospital en Cherburgo, en el área ártico de La Mancha. El sector taza vive una situación crítica, de penuria de profesionales tras el periodo agobiante de la pandemia. Estas cuestiones pesarán en el desenlace de los comicios.
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