Quebec restringe el bilingüismo e impone severas inspecciones para proteger el francés

Coto al bilingüismo en la provincia canadiense de Quebec, el demarcación francófono más importante de América. Por una abrumador mayoría parlamentaria de 78 votos a valía y 29 en contra, pero entre esforzado protestas de las minorías, el Gobierno de la conservadora y nacionalista Coalición por el Futuro de Quebec acaba de sacar delante una ley de protección del francés que restringe fuertemente el uso del inglés en la Distribución, las empresas y los centros de enseñanza.

La nueva norma da poderes policiales al cuerpo distinto de inspección filología. En caso de percatar(se) indicios de incumplimiento de la cuota idiomática, los agentes de este víscera podrán efectuar entradas y registros para hacer acopio de pruebas.

La nueva ley refuerza la vigilancia filología con nuevos poderes de entrada y registro para los inspectores

Por otra parte, y a partir de mayo del 2023, los inmigrantes y refugiados que lleven más de seis meses en Quebec ya solo podrán comunicarse con la Distribución y tomar sus servicios mediante documentos, informes y consultas en francés.

La indicación ley 96, que amplía y reforma la ley 101 aprobada en 1977 para consagrar la primacía del francés en la provincia, impone esta argot como única y obligatoria en todos los órganos de los distintos municipios y en las empresas con más de 25 trabajadores, a partir del 2025. Estas compañías, y ya no solo las de al menos 50 empleados como hasta ahora, deberán demostrar frente a la Oficina de la argot francesa de Quebec que utilizan dicho idioma “de forma generalizada”.

En la establecimiento de jurisprudencia, el ministro del ramo podrá prohibir que los tribunales de la provincia, reconocida como “una nación en el interior de Canadá”, impongan fluidez en francés e inglés a sus jueces; en principio bastará con que sus señorías manejen a la perfección la que de hecho es la única argot oficial... aunque puede sobrevenir excepciones para afirmar el entrada de los ciudadanos a la jurisprudencia. De hecho, la ley reconoce a los quebequenses el derecho a apañarse la jurisprudencia en uno y otro idiomas. Otra cosa es que ese derecho pueda cumplirse en la experiencia, según señalan algunos analistas escépticos con las salvaguardas introducidas en la legislatura.

Otro tanto ocurre con la sanidad. El primer ministro, François Legault, aseguró que la ley no se aplica a los servicios de vigor, la cual todo el mundo podrá seguir recibiendo bajo el uso del inglés. El texto indica que las agencias gubernamentales “pueden utilizar un idioma que no sea el francés cuando así lo requieran la vigor, la seguridad pública o los principios de la jurisprudencia natural”. Pero otro artículo aclara que un víscera oficial no puede “hacer uso sistemático de esta otra argot”. De ahí que el líder del rival Partido Socialdemócrata de Quebec (PLQ), Dominique Anglade, sostenga que el articulado de la reforma mantiene “zonas grises y motivos de preocupación”.

El plazo de seis meses para que los inmigrantes aprendan francés fue especialmente criticado

En educación, la ley limitará la cantidad de estudiantes que pueden ingresar a universidades donde la enseñanza se imparte en inglés. Esa proporción no podrá exceder la del año escolar precursor en el centro, ni el 17,5% de la población estudiantil total en Quebec: un índice razonable a la cuota positivo de estudiantes universitarios que se forman efectivamente en inglés (el 17%), frente al 9% de quebequeses que usan ese idioma en casa. El soberanista Partido Quebequés quería someter al 9% la cuota de universitarios anglófonos mientras que los liberales del PLQ defendían un tope del 50%.

La regla de los seis meses impuesta a los inmigrantes y refugiados fue especialmente criticada en las manifestaciones públicas contra la ley. La formación de izquierda Quebec Solidario, cuyos 10 parlamentarios votaron a valía de la reforma, se comprometió el sábado a suprimir dicho plazo de medio año para los inmigrantes y a confesar oficialmente un status distinto para las lenguas indígenas, si llega al poder.

Las protestas contra la reforma fueron especialmente numerosas en Montreal, la ciudad más poblada de la provincia con (1,8 millones de habitantes) y la que más palabra inglés y otras lenguas que no son el francés. La Acoplamiento Escolar de Inglés de Montreal anunció el viernes que recurrirá la ley 96 frente a los tribunales, al considerar que el texto “viola el derecho de la comunidad anglófona a ordenar y controlar sus instituciones educativas en virtud de la Carta Canadiense de Derechos y Libertades”.

La protección filología en Quebec aún puede traer culo.

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