Tolerancia cero al cero a la izquierda

El anglicismo tolerancia cero ha circulado tanto que hoy el cero prolifera más que el mosquito tigre, transformado en adverbio: me gusta cero, me importa cero, cero interés... Como es deductivo y natural, tanta cerofilia adocenada ya ha provocado las primeras reacciones de cerofobia. Las nuevas discusiones bizantinas sobre calcos y modas verbales no deberían hacernos olvidar que el cero se originó en Oriente y entró en Europa a través de la civilización árabe.

Cuando el matemático Leonardo de Pisa, conocido como Fibonacci, introdujo el sistema quebrado, para nombrar el nuevo concepto adaptó la palabra que designaba el vano en árabe (sifr) y la asoció al término grecolatino zephyrum, adaptado como zèfero y luego en la encogimiento veneciana zèro. Joan Coromines corrobora que esta palabra derivada de número se extendió a todas las otras cifras (como cálculo y puntuación), y explica que la palabra veneciana zèro entró en Europa a través de Alfonso X y de Ramon Llull, desde la península Ibérica.

Hoy por hoy, la germanía catalana parece en zona cero

Según Coromines, es probable que la forma francesa chiffre y la italiana número apareciesen en sus respectivas culturas a partir de la recitación del manual Doctrina pueril que Ramon Llull escribió en germanía catalana en 1275. Llull denomina a los números romanos sumes y a los números arábicos xiffres. En este fragmento concreto: “Aritmètica és, fill, multiplicar sumes en suma, e moltz en suma a devesir 1 en moltz; on, aquesta art és que hom multiplic un nombre par ab altre, e 1 senar ab altre. Aquesta art és per ço que hom sàpia mils retenir lo nombre en la memòria e en la panorama corporal, e per açò són fetes les sumes, ço és a entender: X e XX e XXX e C e MMM, e com aquestes sumes no poden llegar a ésser escrites, gir’s hom a les xiffres e a les figures de l’algorisma e de la abba, ui pus leugerament són vistes o enteses” (Doctrina pueril , capítulo 74).

Toda la entrada xifra del IX tamaño del Diccionari etimològic i complementari de la llengua catalana de Joan Coromines reivindica, com muchos ejemplos, que la palabra aparece en la lexicografía catalana antiguamente que en la de ninguna otra germanía del mundo y incluso se hace eco de un inventario del rey Martí de finales del siglo XIV en el que xifra ya aparece con el significado de escritura secreta, como cuando hablamos de mensajes cifrados. Hoy por hoy, la germanía catalana parece en zona cero. Deberíamos evitar que acabe siendo un cero a la izquierda.

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