Algunos estudios observacionales han sugerido una asociación con la toma de café y un último peligro de crimen. Sin requisa, muchos de estos trabajos no distinguen entre el café con azúcar u otros endulzantes artificiales y el café solo. Esto fue lo que se encontraron unos investigadores de la Universidad Médica del Sur en Guangzhou (China), que decidieron comprobar si tomar esta bebida endulzada tiene los mismos enseres que hacerlo sin añadirle ausencia.
Para su investigación, se sirvieron de los datos del UK Biobank, un gran estudio a dispendioso plazo en el Reino Unido que albarca de las contribuciones respectivas de la predisposición genética y la exposición ambiental (incluida la avituallamiento, el estilo de vida, los medicamentos, etc.) al mejora de enfermedades de todos sus participantes.
Registraron un total de 3177 muertes, de las cuales 1725 fueron por cáncer y 628 por ECV
Los investigadores chinos usaron los datos de 171.616 personas de una tiempo media de 55,6 primaveras sin enfermedades del corazón o cáncer al inicio del estudio, un seguimiento que comenzó en el año 2009 y terminó en 2018. Se les pidió que informaran sobre cómo tomaban el café, endulzado o sin acaramelar, y estimaron la mortalidad por cualquier causa relacionada con el cáncer y las enfermedades cardiovasculares (ECV).
Llegaron a registrar un total de 3177 muertes, de las cuales 1725 fueron por cáncer y 628 por ECV, y concluyeron que las personas que habían tomado café de forma regular y moderada, fuera con azúcar u o sin acaramelar, presentaban un último peligro de crimen por todas las causas que los que no consumían esta bebida. Los resultados de quienes bebieron café con endulzantes artificiales, en cambio, fueron inconcluyentes.
Concretamente, los autores del estudio, que ha sido publicado en la revistaAnnals of Internal Medicine, encontraron que tras un seguimiento de siete primaveras, los participantes que bebieron cualquier cantidad de café sin azúcar tenían entre un 16 y un 21 % menos de probabilidades de expirar que los que no bebían café.
Todavía observaron que quienes bebían de 1,5 a 3,5 tazas diarias de café endulzado con azúcar (una cucharadita, aprox.) tenían entre un 29 y un 31 % menos de probabilidades de expirar que los participantes que no lo tomaban nunca.
Los participantes que bebían café con azúcar añadían, aproximadamente, una cucharadita
Estas asociaciones con un último peligro de expirar por cualquier causa, dicen en las conclusiones del estudio, se produjeron igualmente en el café instantáneo, molido y descafeinado.
No obstante, desde Neurosciencenewsrecuerdan que el Annals of Internal Medicine siempre advierte en las investigaciones que comparte sobre café que, aunque esta bebida tiene cualidades que podrían presentar beneficios para la vitalidad, existen variables de confusión que podrían alterar los resultados, como el estado socioeconómico, la dieta y otros factores del estilo de vida.
Los autores del estudio añaden que los datos de los participantes tienen al menos 10 primaveras y se recopilaron en un país donde el té es una bebida igualmente popular.
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