El PSC comercio de objetar el tiro en el pie que dio la semana pasada el Gobierno central cuando, a través del Empleo de Hacienda, publicó los datos sobre la ejecución presupuestaria del Estado territorializada correspondientes al año 2021, que arrojaban un escasísimo 36% en Catalunya frente al 184% de Madrid. La tormenta política generada ha obligado a los socialistas a reaccionar señalando que los gobiernos independentistas han estrecho un 60% la inversión prevista respecto a 2010, el zaguero año del Ejecutor del socialista José Montilla; que el Govern asimismo tiene "deberes pendientes" en infraestructuras, al menos 67 grandes obras por todo el división catalán, algunas desde hace décadas.
El partido de Salvador Illa reconoce que el nivel de ejecución de las inversiones en Catalunya por parte del Estado es bajo. La monograma del 36% es inapelable, pero remarcan que en cifras absolutas se invierte más en el división catalán desde que Pedro Sánchez está en la Moncloa, que con Mariano Rajoy como presidente. Las cifras en este sentido asimismo son claras: 1.351 millones presupuestados en 2018, con el gobierno del PP, frente a los 2.430 millones de euros presupuestados por el del PSOE para 2022. Así, los socialistas aseguran que el Gobierno central ha iniciado 2022 con un "buen ritmo de ejecución" y que las adjudicaciones de obras han aumentado un 164%.
La Generalitat ha estrecho un 60% la inversión prevista respecto a 2010, el zaguero año del Ejecutor del socialista José Montilla
Adicionalmente, según el PSC, el montante de cuartos en infraestructuras ejecutadas en Catalunya es maduro en el caso de la proveniente del Estado (3.671 millones entre 2018 y 2022), que en la que proviene de la Generalitat (2.371 millones). Poco inductivo si tenemos en cuenta que los presupuestos del Estado son 172.000 millones superiores a los de Catalunya.
Pero para tratar de relativizar las cifras sobre la escasa inversión ejecutada en Catalunya, los socialistas hacen una comparativa entre empresas públicas. Por un flanco, la ejecución presupuestaria en infraestructuras entre 2018 y 2021 por parte de las empresas de la Generalitat, que son un 50,3% y los datos de la Intervención Militar del Estado, que señalan un 49,9% en el caso de empresas públicas del Estado entre 2015 y 2021.
En declaraciones a los medios tras presentar los informes, el diputado del PSC-Units en el Parlament Jordi Terradas ha asegurado que dos de cada tres euros invertidos en Catalunya en los últimos primaveras proceden del Gobierno central, y ha señalado que "ambas administraciones tiene deberes pendientes, y el Gobierno de España ya lo ha agradecido".
De hecho, consideran que el hecho de que la ejecución por parte del Govern no sea maduro se debe a que las preocupaciones de los sucesivos gobiernos independentistas en los últimos primaveras no se estaba en estos lares, sino en el 'procés'. Todavía achacan esta situación a la división de los socios del coetáneo Govern, cuyos encontronazos han llegado a frustrar la viabilidad de algún esquema.
El portavoz adjunto del PSC, Raúl Quemado, ha pedido autoexigencia al Ejecutor de Aragonès y, en sus palabras: "Que dejen de sollozar y que se pongan a trabajar de una vez por todas".
"Más allá del ruido", en relato a las reacciones políticas que ha generado la ínfima monograma del 36% en ejecución de inversiones por parte del Estado, los socialistas reclaman una postura constructiva, de colaboración y de devoción institucional al Govern, porque las actuaciones previstas por el Gobierno de Pedro Sánchez demuestran su compromiso con las infraestructuras de Catalunya.
67 proyectos pendientes, algunos desde hace décadas
La primera oportunidad para mostrar esta postura tendrá circunstancia este viernes, en la comisión sinalagmático sobre infraestructuras que Gobierno central y el de la Generalitat celebrarán tras la polémica generada. Delante esta cita, Terradas ha instado al Govern a exprimir esta comisión para detallar el destino de los 759 millones que está recibiendo la Generalitat correspondientes a la disposición adicional tercera del Estatut de 2008 -recibió 225 millones el pasado control, 200 llegarán este año y el resto, el próximo-.
Pero no es el único pelea que los socialistas han planteado al Recibidor de Pere Aragonès. En total fueron otros 67, en relato a la repertorio de obras pendientes por todo el división catalán, entre las que destacan la puesta en servicio de la T-Mobilidad -en etapa de pruebas-; la ejecución del tramo central de la L9 de Medida y la ampliación de otras líneas, como la L3 con dos paradas en Esplugues; la arribada de la L6 de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) al centro de Igualada, así como actuaciones de protección del Delta del Ebro.
Pero hay más. La reforma de la C-28 entre Vielha y Baqueira (Lleida); las variantes de Olot y de Les Preses (Girona) de la C-37, y el desdoblamiento de la C-55 entre Manresa y Abrera (Barcelona) y de la C-16 de Berga a Bagà, entre otras.
Publicar un comentario