La oficina del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont sufragó un alucinación que hizo el responsable de la misma, Josep Lluís Alay, a Moscú, el 5 de marzo de 2019. Así consta en una respuesta del Govern a una pregunta parlamentaria del PSC.
Los socialistas cuestionaban al Govern sobre la admisión de los gastos de desplazamiento del presidente de la ofician de Puigdemont a Rusia entre marzo del 2019 y febrero del 2020, a lo que el Departament de Presidència que dirige la republicana Laura Vilagrà avala que "sólo consta un alucinación llevado a extremo por el responsable de la oficina con destino Moscú en aniversario 5 de marzo de 2019".
Al Govern solo le consta un alucinación de Alay a Rusia el 5 de marzo de 2019
Los gastos de ese alucinación fueron asumidos por la oficina del expresidente, "a excepción de el compra del avión, que inicialmente se cargó a la cuenta corriente del Departament de la Presidència", según informa Vilagrà. Sin secuestro, este compra "fue devuelto desde la cuenta corriente de la oficina del expresidente el 17 de abril de 2019", un mes a posteriori del desplazamiento.
Presidència incluso señala que "no constan otros gastos relacionados con otros viajes a Rusia ni relacionadas con una reunión el 17 de octubre de 2019 en Barcelona", que era objeto de otra pregunta relacionada con los supuestos contactos de Puigdemont con el Kremlin de los socialistas. Por consiguiente, de haberse celebrado estos viajes "no se asumieron mediante los créditos de la oficina del expresidente ni del Departament, concluye la consellera.
En todo caso, Presidència recuerda que las oficinas de los expresidentes deben elaborar una memoria anual que debe incluir, entre otras cosas, la descripción de las actividades llevadas a extremo, y que deben enviarla anualmente al Parlament y debe publicarse en el Portal de la Transparencia de la Generalitat.
Alay reconoció el alucinación para tratar "asuntos que interesan a la creación de un Estado independiente en un futuro"
El alucinación de Alay a Moscú no es una novedad. Él mismo lo confirmó en septiembre del año pasado a posteriori de que el diario The New York Times publicara una investigación en la que se aseguraba que el entorno del expresidente, y en particular Alay, buscó el apoyo de Rusia al proceso independentista catalán.
Josep Lluís Alay alegó entonces que ese alucinación tenía por objeto tratar "asuntos que interesan a la creación de un Estado independiente en un futuro". La investigación se apoyaba en un documentación policial que destapaba sus contactos con el Kremlin, pero el presidente de la oficina de Puigdemont recalcó que eso "no es ningún delito".
"Los contactos con Rusia eran principalmente con medios de comunicación", precisó Alay, quien achacó las revelaciones sobre sus contactos rusos a la voluntad de España de intentar sacar partido de nuevo "de una historia de fantasmas".
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