En otros países europeos no es extraño ver aerogeneradores en el mar. No así en España, donde la gran profundidad de sus aguas costeras ha impedido hasta ahora su implementación. Pero el paisaje costero castellano está a punto de cambiar. Gracias a la cada vez veterano viabilidad económica de los molinos flotantes, que no precisan ser fijados al fondo del mar, han empezado a presentarse proyectos para la construcción de parques eólicos marinos por toda la costa española. En Catalunya, en concreto, son tres las propuestas que están sobre la mesa.
España tiene 7.661 kilómetros de costa repartidos entre el playa peninsular y las islas Baleares y Canarias
Poco a poco la eólica cuadro u offshore , como se la conoce en el sector energético, está conquistando los mares y océanos españoles, pero no va a estar sola en presencia de afín inmensidad azur. Se dilación que en los próximos primaveras empiecen a ser competitivas otras fuentes energéticas marinas, como la energía de las olas (o undimotriz), la de las corrientes marinas, la energía de las mareas (o mareomotriz) y la maremotérmica.
Expertos reunidos por la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA) en la Feria Internacional de Energía y Medioambiente Genera han analizado “el enorme potencial energético que encierran los océanos y que, por fin, durante esta división, comenzaremos a beneficiarse”. Coincide con el pronóstico José Luis Domínguez, investigador del Institut de Recerca de l’Energia de Catalunya (IREC): “Se dilación que todas estas energías del mar despeguen a lo generoso de esta división y que poco a poco vayan siendo plenamente competitivas”.
Su progreso puede suponer una oportunidad para la industria y la crematística del país
Beñat Sanz, responsable de la sección de energías marinas de la patronal APPA, destaca que se prostitución de “una gran oportunidad para la industria y la crematística del país porque su progreso va a producir riqueza y empleo”. Por otro costado, su implantación sumará más renovables al mix eléctrico castellano y será una fuente más que contribuirá a certificar el suministro eléctrico doméstico.
Para que todo esto sea posible “tendremos que ponernos las pilas”, advierte el experimentado del IREC. Del mismo modo, Sanz señala que “España está muy admisiblemente posicionada”, pero que es preciso “suponer por la investigación y el progreso” porque “está costando más de lo que se esperaba por las duras condiciones en el mar”. Todavía la Agencia Internacional de la Energía ha alertado de la privación de incrementar el ritmo de progreso de estas tecnologías para cumplir con el proscenio de cero emisiones para el año 2050.
En el mundo existe el potencial para desarrollar 300 GW de energía de las olas y de corrientes para el año 2050
Por el momento, Sanz indica que se están realizando algunas pruebas piloto en el país y que hay empresas nacionales punteras probando tecnologías fuera del departamento doméstico. El motivo de esta última circunstancia es que hay tecnologías como la de las corrientes que son complejas de implementar en aguas nacionales por requerir de grandes profundidades. La de las olas siquiera es una opción viable para todas las ubicaciones costeras. “El oleaje del Mediterráneo no es lo suficientemente potente, así que sólo se plantea su implantación en el Cantábrico o en las islas Canarias”, explica Domínguez.
Por postrer, el experimentado de APPA señala el “oposición que va a suponer la coexistencia de las renovables marinas con otros usos como la pesca, el turismo, el tráfico naval o la preservación de la biodiversidad” e insta a “un progreso organizado, coherente y minimizando los posibles impactos sociales y medioambientales”.
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